ÚNICA PARTE

59 7 4
                                    

- Hola, te puedo entregar un volante? - acercándose desesperado a la chica rubia - cualquier información, marca a este número.

- Claro que si, amigo - mirándolo comprensiva y aceptando dicho papel - ojalá lo encuentres pronto.

Era el volante número mil que entregaba Antoine por las calles de Madrid tan concurridas y llenas de vida, ahora se habían convertido en un laberinto desesperante para el ojiazul. Cada esquina, cada rostro desconocido, cada rincón de la ciudad era un recordatorio constante de la ausencia de Carlos desde aquel día en el que desapareció sin dejar rastro alguno de su paradero, también desde aquel día Griezmann no había dejado de buscarlo con la esperanza de volver a verlo.

"Camino por la ciudad, mirando al cielo.

La lluvia me hace pensar, que tú estás lejos."

Antoine sentía el paso del tiempo perdido en encontrarlo con cada paso que daba, con la gente estorbando su paso, viviendo ellos muy aparte de la angustia que a solo a él lo invadía desde entonces y la incertidumbre apachurrando poco a poco su corazón.

"La gente viene y va, yo me congelo.

Solo para aterrizar, en tu recuerdo."

Noches en vela y días sin rumbo se habían convertido en su rutina más llena de tristeza, soledad y desamor. La desesperación había sembrado su oscuridad, aun recibiendo la luz del sol no era suficiente para él, amaba a Carlos, lo deseaba y extrañaba demasiado, simplemente era el hombre que quería tener por el resto de sus días.

Hasta ahora el apoyo de sus amigos era el consuelo más cercano que tenía en estos momentos. Cristiano en Portugal, Lionel en Argentina y Guillermo en Italia, se habían unido en su búsqueda al saber dicha tragedia en el francés, especialmente Ochoa por ser el mejor amigo del desaparecido Vela que conocía desde niños. Juntos, habían llenado ciudades con volantes y esperanza, pero la respuesta seguía siendo el silencio.

"Me pegunto, ¿Por qué? No te puedo encontrar?

Todo habla de ti, pero tú no estás."

Pero, el cuerpo se cansa, el corazón, mente y la esperanza...puede también ser lo último que se pierde.

El viento frío del atardecer entrando por su ventana acariciaba su rostro, susurrándole con una mezcla de consuelo y desdicha el rendirse de una vez.

"Me pregunto, ¿Por qué? Te pudiste marchar?"

Cerró los ojos, dejándose llevar completamente los pensamientos de dolor y la sensación de vacío que le envolvía, Antoine Griezmann no podía soportar un minuto más.

- Por qué Carlos? - susurraba para él mismo esperando ser al fin escuchado - no debiste desaparecer y abandonarme así, mon amour.

"Creo que te puedo ver, pero tú no estás"

Fue entonces que los volvió abrir, frente al puente que acompañaba a la corriente de agua en su camino. Los recuerdos de Carlos lo asaltaban con fuerza: su risa contagiosa, su abrazo cálido, las promesas de amor eterno y ahora solo buscaba terminar el sufrimiento, dejando que las lágrimas fluyeran libres, mientras la canción "Me Preguntó" de Belanova resonaba en su mente, una y otra vez.

- Dónde quiera que estés - mirando por última vez el cielo y luego al río con sus ojos ya hinchados de tanto llorar - te prometo ir a encontrar.

- ANTOINE!!

Una voz familiar rompió el silencio.

- Carlos? - preguntó con su voz ya quebrada por el llanto sin querer mirar a inicio del puente - eres tú?

Levantó la mirada, y allí, a unos metros de distancia, estaba Carlos Vela. Estaba más delgado y con una barba que no solía llevar, pero era él, sin duda alguna. Grizou sintió que su corazón estallaba en una mezcla de incredulidad y esperanza.

- CARLOOOS!!

Vela corrió hacia él, y se abrazaron con una desesperación que sólo los que han conocido la verdadera pérdida pueden comprender, ahora mirándose a los ojos, volvieron a besarse como aquella ocasión en la Torre Eiffel y demostrando lo mucho que se habían extrañado.

- ¿Dónde has estado? - preguntó el galo entre sollozos - no sabes lo mucho que he sufrido por tu ausencia - aferrándose a Carlos como si temiera que pudiera desvanece

El mexicano lo miró a los ojos, con lágrimas corriendo por sus mejillas - Tuve un accidente güerito. Perdí la memoria y no sabía quién era, ni recordaba nada de nuestra vida juntos. Terminé en México, donde mi familia me ayudó a recuperarme. Pasaron meses, hasta que un día, de repente, te recordé. Recordé cuánto te amaba y supe que tenía que encontrarte, volví tan pronto como pude.

Antoine no no podía creer lo que estaba escuchando. Todo este tiempo, Carlos había estado tan perdido como él. Pero ahora estaban juntos, y eso era lo único que importaba.

- Te busqué por todas partes - dijo con su voz llena de emoción - Todos lo hicimos chérie.

Carlos asintió, apretando a Grizou con fuerza en su pecho.

- Lo sé, lo siento mi amor. Si hubiera podido regresar antes, lo habría hecho - acariciando los dorados cabellos del francés - Pero estoy aquí ahora, y no pienso volver a perderte.

Las aguas del río seguían fluyendo bajo el puente, pero para Antoine y Carlos, el tiempo se había detenido. Se abrazaron y besaron de nuevo bajo el cielo estrellado de Madrid, sintiendo que a pesar de todo, el amor que compartían era más fuerte desde ahora.

.
.
.

Holaaa!! Tengo razones que escribr aquí.

1.- Volveré a escribir pero de una forma distinta.

2.- Actualizare a un ritmo menor desde ahora, hacer todo con una sola mano es un reto. Sin embargo, dejaré todo en Dios y el universo para tener fuerzas en este proceso, motivada de que mi otra mano vuelva pronto a la normalidad.

3.- Si estoy aquí es por amor a escribir...también con el fin de no dejar que pensamientos oscuros me invadan y ser más fuerte que ellos.

Gracias por siempre estar aquí y leer cada una de mis historias.

Gracias por leer ❤️

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 20 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Me preguntó... por qué? - VelaxGriezmann Donde viven las historias. Descúbrelo ahora