NO ME RENDIRÉ || CHAESOO

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Rosé se miró al espejo una vez más dudando si lo que llevaba estaba bien o por lo contrario si debía cambiarse por quinta vez aquella mañana pero sus pensamientos fueron interrumpidos por la pequeña risa de su hija quien se escondía detrás del marco de la puerta.

-Jennie- la llamo y la pequeña cubrió su boca con ambas manos riendo aún más y entrando a la habitación- ¿Podría saber de qué te ríes?

-Es que es gracioso- admitió la pequeña- estás nerviosa porque tienes una cita con mamá

-Yo no tengo una cita con Jisoo- dijo mirándose al espejo una vez más- solo vamos a ir a un evento de tu abuela al que ella me invitó y Jisoo simplemente nos va a recoger en su auto

-Nosotras también tenemos un auto mami- dijo la pequeña girando los ojos- ¿Por qué te molesta tanto salir con mamá?- preguntó con algo de enojo haciendo que Rosé se girase hacia ella y suspirara mientras se agachaba para llegar a su altura

-Mi amor eres muy pequeña y no lo entenderías- dijo acariciando su mejilla- es algo de adultos

-Ojalá yo nunca sea adulta- dijo cruzándose de brazos- si ser adultas es estar enojada con quien te ama pues quiero ser chiquita siempre

-Jennie- hablo Rosé calmada- quiero que cambies tu actitud ahora, no quiero que estés enojada

-Es tu culpa- casi grito la niña- mamá quiere estar contigo y tú eres quien no quiere, yo quiero que estén juntas- admitió la pequeña casi entristeciendo de golpe- quiero que seamos una familia y vivamos juntas, no quiero pasar unos días con ellas y luego otros contigo- el corazón de Rosé se contrajo contra su pecho sintiendo varios pinchazos, no sabía que responder ante aquello sabía que este tema saldría a flote alguno de estos días pero jamás planeo que respondería

-Prometo que podrás ver a Jisoo más días- dijo cerrando los ojos- si es lo que quieres

-No- gritó la niña recuperando su enojo- yo quiero que estemos las tres juntas

-Mi amor no puedo hacer eso- hablo apenada

-Por tu culpa mamá va a conseguir otra familia- gritó Jennie haciendo que Rosé se sintiera aún peor- hay muchas señoras que quieren salir con mamá y una vez vi una quien la beso pero mamá solo quiere estar contigo- contó enojada- y tú no quieres estar con ella y ella se va a cansar y nos va a dejar y va a ser tu culpa

Jennie corrió antes de que Rosé pudiera reaccionar, pequeñas lágrimas resbalaron por sus ojos y se sentó en el piso de su habitación sin saber muy bien qué hacer, su objetivo en la vida desde que tuvo a Jennie era hacerla feliz a costa de todo y no dejar que nada le faltase pero ahora la situación era completamente diferente, lo que Jennie le pedía era la cosa más difícil en aquel momento, le costaba admitir que aún amaba a Jisoo y que extrañaba estar con ella, su corazón aún se aceleraba cuando la tenía junto a ella, sentía pequeñas mariposas cuando los hermosos ojos de Jisoo la miraban directamente como si pudiera leer su alma y sentía la necesidad de saltar a sus labios cada vez que la tenía cerca.

Tal vez Jisoo se había equivocado y de las peores maneras pero su corazón no diferenciaba aquello y seguía amándola con cada parte de su ser, mientras Jennie creía siempre imaginó cómo hubiera sido tener a Jisoo junto a ella para ayudarla y ver crecer a su pequeña princesa.

Todos sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escucho el grito alegre de Jennie y la voz que tanta paz le daba escuchar, la pelinegra había llegado por ellas así que seco sus lágrimas y se levanto de golpe de donde estaba, se miró una vez más al espejo y todo seguía en orden así que decidió salir.

-Estas hermosa- le dijo Jisoo apenas la vio sonriéndole haciéndola sentir tan especial

-Gracias- dijo bajito aún cautivada por la pelea que había tenido con su hija- tú también estás hermosa- dijo sin más haciendo que Jisoo levantara las cejas sorprendida, Jennie seguía enojada así que simplemente ignoró aquel halago hacia su otra madre