09

39 3 0
                                    


Finalmente, llegamos al festival después de los chicos. Los vimos esperándonos, unos hablando y otros mirando sus móviles. Nos acercamos y empezamos a saludarnos con los típicos dos besos en la mejilla.

Cuando me acerqué a Héctor para darle los besos, sentí su colonia One Million y no pude evitar susurrarle al oído, "Hueles muy bien". Héctor sonrió y me devolvió el beso en la otra mejilla.

Después de saludarnos todos, me tomé un momento para mirar a Héctor de arriba a abajo y, sin poder contenerme, solté: "Madre mía, vas demasiado guapo tu eh ."

Él me miró con una sonrisa encantadora y respondió: "Tú también vas muy guapa."

En ese momento, todos empezaron a reír y, como era de esperar, Lamine no pudo resistirse y soltó: "¡Uuhhh, Héctor y Keyla! ¿Podéis dejar de ser tan obvios? Si seguis, así tendréis que pagar entrada doble por tanto amor en el aire."

Nos reímos aún más, y Pau añadió: "ay pero son muy monos"

Salma, sin perder la oportunidad, bromeó: "Bueno, al menos si se besan otra vez, que nos avisen para preparar las cámaras."

Melody se unió: "Oye, Lamine, ¿y tú qué? ¿Alguna chica especial por ahí o estás solo aquí para hacer de comentarista?"

Lamine, riendo, respondió: "Estoy aquí para disfrutar y si de paso puedo hacer algunos comentarios, mejor."

Entramos al festival y nos dirigimos a una terrazita VIP que los chicos habían alquilado y a la cual nos invitaron. El lugar tenía una vista espectacular del escenario principal, y la música ya comenzaba a retumbar, creando una atmósfera electrizante.

Nos acomodamos en unos sofás cómodos y comenzamos a pedir algo de beber mientras disfrutábamos de la música. Las luces y la energía del festival nos envolvieron y la conversación fluía fácilmente entre risas y bromas.

En un momento, me levanté y, antes de que pudiera dar un paso, Melody me preguntó: "¿Dónde vas Keyla?"

Sonriendo, respondí: "Voy a pedir fuego por ahí."

Héctor, levantando su vaso, dijo: "Si quieres te acompaño."

Me giré hacia él con una sonrisa. "Gracias cari pero no hace falta, en dos minutos estoy aquí ."

Salí de la zona VIP y empecé a caminar por el área del festival, disfrutando del ambiente y la música. La energía era increíble y me sentí emocionada por la noche que teníamos por delante. Encontré a un grupo de chicos que parecían tener un mechero y me acerqué a pedirles fuego. Después de agradecerles, volví a la terrazita VIP.

Cuando regresé a la terrazita VIP, iba con el cigarro encendido y fumándomelo. Me senté y justo en ese momento, Fermín me miró con preocupación y preguntó: "Keyla, ¿por qué fumas? Sabes que es muy malo."

Exhalé el humo lentamente antes de responder. "Lo sé, Fermín. Pero me ayuda a desestresarme un poco. A veces, solo necesito algo que me calme."

Lamine, siempre listo para soltar una tontería, no pudo resistirse. "Bueno, también te puedes desestresar con Héctor", dijo con una gran sonrisa.

Todos se rieron, y Héctor se sonrojó ligeramente, pero no perdió la compostura. "Que guantazo que tienes tú ", dijo mientras le daba un golpe amistoso en el hombro.

Melody, divertida, añadió: "Bueno, Héctor, igual y tienes una nueva profesión como terapeuta antiestrés."

Alexandra se unió a la conversación, bromeando: "Sí, Keyla, la próxima vez que te sientas estresada, en vez de un cigarro, busca a Héctor. Seguro que tiene técnicas."

Sonreí y le di una calada más al cigarro antes de apagarlo en un cenicero cercano. "jajajajaj gracias por las recomendaciones. Lo tendré en cuenta."

Héctor, tratando de cambiar de tema un poco, dijo: "Oye, Keyla, hablando en serio, si necesitas hablar o lo que sea, siempre estoy aquí. No necesitas fumar para relajarte."

Le sonreí agradecida. "Gracias, Héctor."

Luego de relajarnos un poco en la terraza, decidimos dirigirnos a la pista para ver quién saldría ahora. Para nuestra emoción, salió Calvin Harris y tanto Keyla como Salma no pudimos contenernos y comenzamos a chillar como locas. Los chicos nos miraron sorprendidos mientras Calvin Harris empezó a cantar "How Deep Is Your Love", y nosotras nos unimos cantándola a todo pulmón.

Mientras la música seguía sonando y la energía del festival envolvía a todos, me di cuenta de que todo el mundo estaba bailando en parejas: novios, amigos y amigas. Miré a mi alrededor y sentí un impulso repentino. Sin pensarlo dos veces, corrí hacia donde estaba Héctor, que estaba hablando con los chicos.

Lo agarré de la mano, sorprendiendo a todos, y lo arrastré hacia la pista de baile. "Vente Hector".

Él me miró con sorpresa pero rápidamente sonrió y me siguió el ritmo. La canción "How Deep Is Your Love" seguía sonando, y comenzamos a bailar juntos. Me acerqué más a él, sintiendo la conexión entre nosotros mientras nos movíamos al ritmo de la música.

Los chicos nos miraban desde la distancia, sonriendo y asintiendo. Pau, siempre bromista, gritó: "Eso es, Héctor no la sueltes"

Héctor y yo nos dejamos llevar por la música, nuestros cuerpos moviéndose en perfecta sincronía. La canción nos envolvía y, por un momento, todo lo demás desapareció. Estábamos en nuestro propio mundo, disfrutando del momento y de la compañía del otro.

Mientras bailábamos, Héctor se inclinó hacia mí y susurró: "Madre mía como te mueves ehh."

Sonreí y le respondí: "Flipas ehh."

Conexión InesperadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora