Extra 1: Familia.

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Los años habían pasado como un cuento de hadas, al menos así lo había sentido Wonwoo. Mingyu era tan atento, tan cariñoso. Seguía siendo su caballero.

Una vez que Wonwoo y Mingyu terminaron sus estudios, ambos se enfocaron por un tiempo en sus campos laborales, hasta que la necesidad y la responsabilidad familiar los abordó una tarde.

Llevaban cinco años casados. La boda fue sencilla donde sólo estaban sus familiares más cercanos y sus amigos. Sus padres se llevaban bien y con dos hermanos como Seokmin y Jeongyeon, y un hijo con la hiperactividad desbordandose, Wonwoo creía que envejeceria pronto.

Su pequeño Kim Chan. El niño de sólo dos años parecía estar consumiendo la energía de las personas que lo rodeaban. Los abuelos solían turnarse en cuidarlo, sobre todo cuando el omega se incorporó nuevamente a su trabajo para que Mingyu y Wonwoo tuvieran sus días de reparo por sus ajetreados días laborales.

Chan era su estrella de la buena suerte. Así lo llamaba Wonwoo. Había intentado innumerables veces quedar embarazado, incluso antes de casarse con Mingyu. Pero las posibilidades de que un beta y un omega pueden concebir son muy bajas. Solo después de dos años de matrimonio Wonwoo le dio la noticia de que estaba en cinta. Ese día Mingyu salió a toda prisa al centro comercial a surtirse de todo tipo de necesidades para su pequeño o pequeña. Ropita en todas las tonalidades, una cuna celeste con decoraciones de un cielo con luna y estrellas y un cochecito del mismo color.

Mingyu lloró después en los brazos de Wonwoo. Todavía parecía irreal que fuera a ser padre dentro de unos meses. Y cuando Chan al fin llegó. Se había vuelto tan sensible, y desde entonces, con el mínimo quejido del pequeño bebé, Mingyu cumplía todos sus caprichos.

—Api.— chilló el pequeño niño.

—¿Qué pasa mi vida?.— Lo cargó el alfa y le dio un beso mariposa.

—No bubujas.— y señaló el pequeño bote de plástico en el suelo, vacío.

—No te preocupes. Api pasará a comprar muchos.— le dijo al pequeño y lo bajó para que siguiera guardando sus juguetes.— Una pequeña desviación no le hará mal a nadie.

—Pero cumpliendo todos los caprichos de Chan. Lo estás malcriando Mingyu.— regañó Wonwoo abotonando su camisa.— debe entender que no siempre le comprarás todo lo que pida.

—Y lo dice el omega que sigue amamantando a su hijo de dos años.— ironizó Mingyu.

Wonwoo se ruborizó.

—Eso es diferente.— Dijo Wonwoo.— él un día dejará de pedir pecho, pero juguetes nunca. Además.— se giró para darle la espalda a su esposo.— Pareciera que tuviera dos hijos. Mejor dime que quieres acaparar toda la leche para ti mismo.

Mingyu soltó una carcajada y se acercó a Wonwoo por la espalda. Pasó sus manos por la estrecha cintura y lo abrazó, dejando descansar su montón en el hombro del omega.—No se qué me has hecho Jeon Wonwoo, pero cada día te amo más.— le besó la mejilla.

Wonwoo se rió y acarició la mejilla de Mingyu. Siguieron en la misma posición, meciéndose de de izquierda a derech. Mingyu tocando con gentileza el estómago plano de Wonwoo.— Nuestro pequeño Chan es una bendición.— le susurró Mingyu.

—Me pregunto si seremos capaces de traerle un hermanito. No quiero que crezca solo.

—Ya verás que si. Mientras la maquinaria aún funcione, Chan tiene oportunidad de poder ser un hermano manyor.

—¿Apis que hacen?.— dijo el pequeño Chan detrás de ellos. Los adultos se voltearon y encontraron a su hijo con sus cosas listas; solo sus juguetes dentro de una mochila.— Los etoy vihilando.

¿Quieres ser mi Omega?  •MinWon•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora