Capítulo 24

120 15 5
                                    

Essoh

El vestido verde acentúa la belleza que irradia, recibe a nuestro círculo más cercano como una gran anfitriona, no dejo de notarla tensa y nerviosa, se que algo me está ocultando, pero confío en Zahara más que en nadie, no la voy a presionar, ella me ha dado la alegría más grande mi corazón: nuestro hijo.

Se ve maravillosa, el embarazo le ha sentado increible, me hubiera gustado darle una espectacular celebración, sin embargo, conocemos nuestro círculo, como estamos y no dejo de indagar acerca de quién quiere entregarme al enemigo.

Fui al ejército, por eso recién comencé los estudios, porque ingresé a los diecisiete, son tres años de cursos, fuerza terrestre, aérea y naval, un año por cada una. He estudiado todo para perecerme insólito de que no haya ningún aparecido al respeto de una posible traición en mi contra.

El móvil me vibra en el bolsillo del pantalón con una notificación del banco.

Leo por encima, acaban de retirar una fuerte cantidad de dinero, muevo grandes sumas, pero han efectuado varios cheques al mismo tiempo como para ser de un millón de libras.

A nombre de Zahara Marrash.

Levanto la cabeza buscándola entre los invitados, no entiendo, ella está conmigo.

—Con todo el respeto —se acerca uno de mis cuñados —, no pudiste elegir mejor esposa, ella será una reina increíble, es muy amable.

Le sonrío aceptando la limonada sin alcohol, trato de ser un príncipe lo más humanamente correcto y tomar es pecado.

—Concuerdo totalmente, la princesa nació para ser una reina —coincido en referente a mi esposa.

No es el primer correo de esta semana, van varios, de fuertes cantidades. Me retiro incómodo al despacho para realizar unas llamadas donde cierro las cuentas, es posible que hayan falsificado sus firmas, Zahara no ha salido de casa últimamente.

—¿Todo bien? —aparece mi madre.

Cierro la computadora tras poner unas claves, las necesarias, tengo que hablar con mi esposa.

—Todo excelente —le beso el dorso de la mano.

—No creí decirlo, pero estoy encantada con Zahara, ella me ha callado.

Dejo salir un respiro de absoluto alivio, esperé mucho tiempo para escuchar esto que me parece hasta mentira.

—Te dije que así sería, madre —me vanaglorio —. Será tu digna sucesora.

Deposita dos besos en mis mejillas, antes de tomarme del brazo para volver a la reunión. Todos estamos vestidos tan elegantes, mi madre lleva de sus mejores joyas.

Diviso a mi esposa rodeada de mi familia política, nunca he tenido un lazo maternal, de hermandad o de paternidad con ninguno de ellos. Ethan es el único más o menos, pero está luchando para salir solo adelante, porque quiere estar con la mujer que lo acompaña del brazo.

Mi mayor problema es Joe, siempre quiere estar molestando a Zahara, ahora mismo la está haciendo sentir incómoda y he llegado al punto de detestarlo y preguntarme cuál es su problema.

—Buenas noches —interrumpo la conversación, rodeado la cintura de mi consorte —. Sean bienvenidos.

A ellos no les gusta esto, sólo les ofrezco que pasen, con Zahara del brazo sin dejar de acariciar a nuestro hijo inquieto dentro de ella.

—Estaré por aquí —comenta Joe con una sonrisa nada graciosa.

—Regreso en un minuto, necesito hablar contigo —le susurro a mi mujer.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 28 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

PRINCIPIOS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora