Llevaba un tiempo con la idea en la cabeza de que quería ser monja para poder vivir en un convento aislada e intentar no seguir siendo una pecadora lo que ocultaba un gran secreto que nadie sabía era algo inmoral que me hacía sentir sucia por mucho que rezara no conseguía dejar de desear a mi padre tenía un diario en el cual plasmaba mis vivencias y lo que me hacía sentir mi progenitor escribir me ayudaba a sobrellevar esta penitencia tan grande que cargaba en mi interior. "Querido diario ya no aguanto más la tentación me está venciendo necesito escapar de esta casa para sanar mis pecados tengo pensamientos lujuriosos hacia mi padre lo cual hace que mis bragas se mojen como si fuera una vulgar no puedo reprimir ese instinto tan primario y salvaje por eso he decidido convertirme en monja para aislarme no ser una oveja descarriada si no tengo contacto con mi progenitor tal vez pueda seguir adelante con mi vida y ser feliz porque vivir así es una verdadera tortura." Cada vez que escribía un poco me sentía mucho mejor aunque esa sensación no duraba mucho pronto volvían mis demonios hacía unos días que mi padre apenas me hablaba ya que estaba muy disgustado con la idea de que fuera monja al principio se interesó por si tenía algún problema o si me pasaba algo porque no era muy normal que hubiera tomado esa decisión pero al no sonsacarme nada supongo que se resignó a aceptarlo yo no era como las chicas de mi edad ya que yo no me acostaba con chicos yo era virgen pero no porque fuera una mojigata sino porque siempre había tenido la fantasía de entregarle mi virginidad a mi padre sin embargo cuando pensaba en ello no lo imaginaba como algo romántico con besos y caricias lo que realmente me ponía caliente hacía que mi vagina babeara era fantasear que mi padre me sometía me dominaba de forma salvaje eso provocaba que acabara masturbándome luego me hacía sentir sucia por ello fueron pasando los días me encontraba en mi habitación cuando mi padre tocó a la puerta. Tenemos que hablar hija -pronunció con voz seria mi papá Está bien puedes pasar papá- le indiqué al entrar se sentó en mi cama me hizo un gesto para que yo también me sentara en ella ya que en ese momento yo me encontraba en la silla de mi escritorio. Es sobre lo que hablamos de tú intención de hacerte monja hija tanto como tu madre y como yo estamos preocupados por tu bienestar queremos asegurarnos de que estás tomando las decisiones correctas en tu vida- pronunció una vez me senté en la cama. Ya dije que la decisión estaba tomada y no hay vuelta atrás- le contesté intentando ser lo más contundente posible para zanjar el tema no quería estar a solas con él mucho tiempo de lo contrario no podría mantener mis pensamientos lujuriosos bajo control. ¿No tienes nada que decirme sobre por qué haz tomado esta decisión? ¿Tengo algo yo que ver en ella? Ya sabes que tenemos confianza me puedes contar cualquier cosa- me preguntaba preocupado yo me moría de ganas de confesar mi deseo por él pero no me quedaba otra opción que reprimirme. Estoy bien puedes estar tranquilo -respondí escuetamente. Bueno ya veo que no me dejas otra opción que decirte la verdad hija cuando nos contaste de tu intención de querer ser monja nos preocupamos mucho estuve buscando en tu cuarto para ver si encontraba algún indicio de lo que estaba pasando me topé con tu diario siento no haber respetado tu intimidad pero en este caso era necesario- me confesaba de forma inesperada yo quería morirme de la vergüenza que sentía notaba como mi cara se ponía roja ¡papá! ¿No me digas que lo leíste? -gritaba de forma impulsiva muy abochornada por la situación Dios tragame y escupeme en otro lugar Tranquila solo lo he leído yo luego lo volví a dejar en su sitio tu mamá no sabe nada de este asunto por eso quería hablarlo contigo a solas-me explicó yo seguía nerviosa,avergonzada no sabía que decir pero era un alivio que mi mamá no supiera nada. Pensarás que soy una cualquiera- dije con la cabeza baja. No hija te comprendo perfectamente cuando yo era joven también tuve ese tipo de pensamientos con mi mamá- dijo ¿Con la abuela?- dije Sí con tu abuela Mina- dijo ¿Y le confesaste lo que sentías por ella o pasaste toda la vida reprimiendo tu deseo?- le pregunté sorprendida por lo que acababa de descubrir sobre mi papá Lo hablé con ella me comentó que era algo que pasaba a menudo en nuestra familia ya que a ella también le había pasado con su papá- dijo ¿Y entonces? ¿Cómo pudiste sobrellevar el malestar que te provocaba desear a tu mamá?- dije indignada. Pues lo mismo que hizo ella estuvimos follando durante años incluso de vez en cuando algún polvo sigue cayendo cuando nos vemos- me confesaba mientras yo escuchaba atentamente sin dar crédito a todo lo que estaba oyendo quedé anonadada. No sabes el peso que me has quitado de encima papá ahora me siento más tranquila sabiendo esto bueno,ahora estoy tranquila- le soltaba fruto de la emoción por saber que mi papá era igual que yo lo cual provocaba que mis bragas se empezaran a mojar. Pues mira cómo me tienes a mí -me decía mientras se sacaba el pene del pantalón completamente erecto. ¡que tentación! ¿Puedo lamértela papá?- dije tentada Quiero que me la chupes pero con la condición de que prometas que dejarás de pensar en ser monja que esto quedará entre nosotros tú mamá no puede enterarse bajo ningún concepto sólo tú y yo- dijo él Te lo prometo- le contesté seguidamente me arrodillé en el suelo delante de él admiré el miembro de mi papá palpitando a pocos centímetros de mi cara era excitante poder estar así de cerca de eso que tanto había deseado durante años me animé empecé a pegarle unos tímidos lametones para ver qué se sentía la verdad es que provocó que mis bragas se empaparan aún más me introduje el glande en la boca lo succionaba como si fuera uno de los ricos helados que tanto me gustaban pero este era mejor ya que su sabor a carne paterno me volvía loca mamaba todo lo que podía mi papá gemía me daba algunas indicaciones como que lo babeara bien o que lamiera un momento dado comenzó a apretarme fuertemente la cabeza para forzar mi inocente garganta provocándome algunas arcadas. Quiero ver que me enseñes esa vagina que más me excitó de todo lo que leí en tu diario es que eras virgen te reservabas para mí- pronunciaba yo me ponía de pie y me empezaba a quitar la ropa tenía las bragas encharcadas al bajármelas unos hilos babosos transparentes se quedaban en suspensión en mi vagina hasta que acababan cayendo. ¿Te gustan papá? -le preguntaba mientras me mordía los labios. Hija ¡qué bonita y rosadita encima la tienes llena de jugo! Te iban a dejar entrar las monjas en el convento con la vagina así ¡Me encanta sin ningún pelo se disfruta mejor! - exclamaba por la grata sorpresa y acercaba su cabeza notaba cómo su húmeda lengua empezaba a lamer mis labios y mi clítoris era una sensación muy placentera yo gemía él intensificaba el ritmo en pocos minutos noté un fuerte orgasmo me corrí soltando mis fluidos en la boca de mi papá. Ha sido una sensación increíble papá ¿Quieres meter ahora tu pene dentro de mi virgen vagina? ¿A ver cómo se siente de caliente?- le tentaba ya que estaba deseando tener a mi papá rellenando el interior de mis paredes vaginales. Claro hija es lo que más deseo que me entregues tú virginidad- me respondía mientras me acostaba en la cama boca arriba mi papá se ponía encima aprovechaba para lamer mis pechos y mordisquear mis pezones empecé a notar cómo empujaba con fuerza su pene contra mi estrecha vagina le costaba entrar me dolía bastante estuvo un rato insistiendo hasta que finalmente entró y se oyó un chasquido noté un fuerte dolor era evidente que me había roto el himen por fin le había entregado mi virginidad a mi papá sangró un poco pero pudimos continuar él me penetraba primero con delicadeza progresivamente se volvía más rudo sentía entre dolor y placer él parecía disfrutar de poder introducirse en mi estrecho orificio recién estrenado. Me duele pero me gusta me has estrenado la boca y la vagina pero me encantaría que también hicieras lo mismo con mi culo ¿Qué mejor forma de perder la virginidad que haciendo un completo por los tres orificios?‐ le pedía él me toma y me giró me ponía a cuatro patas encima de la cama notaba cómo me abría las nalgas empezaba a lamerme el ano cuando comenzó a apretar su pene contra mi pequeña cavidad anal noté mucho más dolor de lo que había sentido cuando me reventó la vagina poco a poco consiguió abrirse camino yo tenía la sensación de que mi culo iba a estallar de lo apretado que lo notaba todo sentía más dolor que otra cosa pero mi papá jadeaba fuerte dejé que disfrutara al taladrar mi culo a placer. Hija ahora ponte encima mío quiero ver cómo me montas con todas tus fuerzas- me indicaba mientras cambiábamos de postura me coloqué como me dijo empecé tímidamente a insertarme el pene de mi padre me tomaba fuertemente de las caderas forzaba su miembro hasta el fondo lo que me producía dolor me subía me bajaba como si fuera un títere a su antojo poco a poco el dolor disminuía y aumentaba el placer que estaba muy caliente de estar cabalgando a mi papá mientras podíamos mirarnos fijamente noté un escalofrío recorriendo mi cuerpo tuve un orgasmo me movía lo más rápido que podía ya que quería que se corriera en mi interior me diera toda su leche paternal solo de imaginarlo volví a sentir otro fuerte orgasmo que sacudía mi cuerpo percibí que mi papá estaba a punto de eyacular ya que intensificaba sus jadeos aproveché para pegar los sentones más profundos que pude hasta que mi papá gritó que no podía más noté como mis paredes vaginales se rellenaban con el esperma de mi progenitor. Ha sido genial follarte reconozco que soy un privilegiado no todos los días una hija entrega su virginidad a su papá estoy orgulloso de ti- me felicitaba mientras observábamos cómo la gran cantidad de semen caliente que me había echado en mi interior chorreaba por mi vagina que acababa de perder la inocencia de forma incestuosa a manos de mi propio papá pude resistirme metí mis dedos por mi entrepierna para llevármelos a la boca y saborear el jugo de los cojones de mi progenitor era la sensación más morbosa que había sentido nunca leche paternal en mi intimidad y de mi boca. Mi madre no tardó en llegar a casa si hubiera venido un poco antes se habría encontrado con una conmovedora escena entre padre e hija. Cuando le di la noticia de que no iba a ser monja ella se alegró muchísimo por mi decisión lo que no podía imaginar es que mi papá me había convencido para que cambiara de opinión follándome los tres orificios rellenándome de leche fue una suerte que fuera él quien encontrara el diario no ella estaré eternamente agradecida a mi papá por evitar que tuviera una vida miserable en un convento de clausura rodeada de monjas.
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