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Suzuka pov:

El tiempo seguía pasando, Moa aún no salía del efecto de los sedantes, lo cuál lo consideraba un alivio, no me veía con las fuerzas físicas ni emocionales para revelarle que había perdido a nuestro hijo.

-¿Te quieres ir a casa?- Kano se sentó a mi lado con dos vasos de café, me tendió uno -Te notas muy cansada-

-No, si Hime me ve en este estado empezará a preguntar y no quiero revelarle que iba a ser tía pero que unos malnacidos acaban de arretabarnos esa felicidad- negué, temblando, sin tener más lágrimas para derramar -Y a los niños les afectará mucho la noticia, querían mucho un hermanito-

-Pero deberán saberlo, Moa necesitará mucho apoyo- acarició mi espalda -Todas deberemos fortalecernos, estar lo mejor que podamos anímicamente ante esta desgracia-

Bebí un poco del café, sintiendo el amargor abrazar mi corazón y mi alma, calentando un poco mi entumecido cuerpo.

-Esta noche será larga- Momoko se reclinó en la silla -¿De verdad pensabas saltar?- fijó su mirada en mí.

-¿Que ibas a hacer qué?- Yui me miró exaltada.

-Todas las desgracias físicas, mentales y emocionales que ha sufrido fueron porque entró a mi vida- suspiré y bebí otro poco de café -Intenté sacarla de esta barbarie al separarme de ella en su momento pero no he podido, así que pensé que lo mejor era irme yo-

-¿Y por qué pensar en esa estupidez?- me dio un golpe en el brazo -¿Suicidarte cambiaría algo?-

-Tal vez mi familia los dejaría en paz, como siempre fui yo el problema- me encogí de hombros -Todos los problemas que pasamos fueron porque yo me descarrié del modo de vida del clan y me hicieron la cruz por eso-

-Pero no pensarías en nosotras, en tus hijos, tus sobrinos, en Moa- negó y me apretó el hombro -¿Sabes lo que les pasa a los omegas cuando su Alfa se muere o lo abandona?-

Negué, la verdad nunca había indagado en términos psicológicos de un omega o en el de los Alfas ante una pérdida.

-Se dejan morir Su, entran en una depresión enorme- miré que sus ojos se apagaban -¿Soportarías dejar este mundo sabiendo que ella puede sufrir un dolor más allá del emocional conocido, que se desmoronará?- una lágrima cayó.

-Perdón- suspiré y la abracé, sabía que aún le dolía la muerte de Riho, ella conocía más que nadie el dolor que podría causar en Moa que me fuera.

-Así que no vuelvas a pensar en eso, porque yo traté y aún trato de estar bien- me golpeó el estómago -No me quiero imaginar cuidar de Moa en ese estado, con todo lo que ha sufrido anteriormente la pobre-

Seguimos esperando por noticias, siendo compañeras de los médicos que hacían el turno nocturno.

-¿Tanto tarda en despertar?- tiré el cuarto vaso de la noche, teniendo la suficiente cafeína en mi sistema para soportar estar despierta hasta la mañana.

-Ten en cuenta la sangre que perdió- Kano movía las piernas mientras cambiaba de postura.

-Y me dijo que tuvieron que hacerle una cirugía, le habían roto algunos huesos- suspiré y miré el pasillo.

-¿Segura que no te quieres ir a casa?- Miko miró su reloj -Tenemos para rato aún y te ves de la mierda-

-No, no sé como revelarles la noticia- negué y me levanté, empezando a caminar de un lado a otro -No quiero irme a casa, quiero estar aquí cuando despierte-

-Pero pueden pasar unas horas más hasta eso- Momoko me miró.

-Lo sé pero quiero estar aquí, no quiero dejarla sola- suspiré y seguí dando vueltas.

Feromonas y Heroína (TEMPORADA DOS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora