Zacharias Smith es puto

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Señorita Hermione.

Espero que su día sea excelente.

¿Te conté lo horrible que me cae la sapa de Umbridge? Es horrible, en serio.

He visto como castiga a Potter. Aunque bueno, tampoco es que él se quede callado siempre.

Por cierto, no podré contestarte después de esta carta.

Te ama, A.K.
:)

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Habían pasado algunas semanas. Hermione le había entregado la fecha exacta para la junta en la Cabeza de Puerco.

Se encontraba caminando a la taberna. Al entrar, vió un grupo reunido de varios estudiantes de diferentes casas, conviviendo en una mesa.

Entre ellos, estaba Hermione, Ron, y Harry.

La pelinegra se sentó en una de las sillas apenas se acercó a la mesa.

— Hola. — su voz era melodiosa y bastante tranquila, soñadora. Se dió vuelta y se encontró con una chica rubia, Luna Lovegood. Pertenecía a la casa de Ravenclaw.

— Oh, hola.

Giró su mirada hacía Hermione, que parecía intentar hablar.

— Hola — la voz de Hermione era algo nerviosa por las miradas. —. Ya... saben a que vinieron. Por un maestro. Un maestro de verdad. Alguien con experiencia en Defensa de las Artes Oscuras.

Pudo divisar la voz de un chico, Zacharias Smith. Apenas habló, la pelinegra rodó los ojos.

— ¿Por qué?

— ¿Por qué? Para luchar contra unicornios, idiota. — habló con irritabilidad. Zacharias la miró con desagrado, mirada que le devolvió la pelinegra.

— Eso dice él.

— Eso dice Dumbledore. — defendió Hermione.

— y Dumbledore lo dice porqué él lo dice. Lo importante es dónde está la prueba. — habló nuevamente el rubio.

— En tu trasero. — respondió de forma agresiva la Slytherin. Hermione le dirigió una mirada dura, así que se aguantó de decir más.

— ¿Y si Potter nos dijera más sobre la noche en la que murió Diggory?

Está vez hablo un chico pelinegro, sentado al lado de Neville.

La sala se quedó en un silencio incómodo.

— No vinimos a hablar de Diggory — interrumpió Aliyah antes que Harry articulara alguna palabra. —. Si se siguen quejando, vayanse de aquí.

Miró a Harry, quien le agradeció con la mirada.

— ¿De verdad sabes hacer el encantamiento Patronus? — habló nuevamente Luna con una voz soñadora, usual en ella.

— Sí — respondió Hermione. —. Yo lo he visto.

— Harry, yo ni tenía idea de eso. — habló está vez Dean Thomas.

— Y... y mató a un Basilisco — agregó Neville. —. Con la espada que estaba en la oficina de Dumbledore.

— Es cierto. — afirmó la Zanahoria menor.

— Y peleó con cien Dementores a la vez. — dijo Ron.

— Y el año anterior, peleó con Quien-ya-saben en persona. — informó la castaña.

— Ya basta... Eso suena... sencillo si lo dicen así... — expresó Harry con incomodidad. —. Pero... La verdad es que solo fue suerte. Algunas veces no sabía lo que hacía y necesite ayuda.

Las cartas de ella. [Hermione Granger]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora