━━𝗔𝗯𝗼𝗴𝗮𝗱𝗼 𝗣𝗮𝗿𝗸 ♡ 𝗝𝗮𝗸𝗲𝗛𝗼𝗼𝗻 ݈݇-

❛ number eighteen ❜

¿Qué estaba sucediendo? Aunque había resuelto la mayoría de sus problemas y finalmente había salido de prisión, todavía sentía un vacío en su corazón. Estaba junto a su madre, su hermano y algunos amigos, pero ese nudo persistía en su interior.

Por supuesto, faltaba él. Faltaba Park Sunghoon.

Extrañaba terriblemente a ese dulce chico de cabello plateado y hermosa sonrisa. Desde la última vez que salió de la cárcel, no había vuelto a saber de Sunghoon. Recordaba cada beso rutinario durante las visitas, cada momento compartido bajo la luz de la luna.

—¿Todo bien, Jae? —Sunoo, tranquilo, tomó asiento a su lado.

—Sí, es solo que...

—Extrañas al abogado, ¿verdad? —interrumpió el menor, poniendo su cabeza entre sus manos.

—Sí, no he podido hablar con él desde que salí de ese lugar —Jaeyun suspiró, tomando su celular y empezando a navegar en él.

—¿Y si lo buscas? Digo, en el bufete —sugirió Sunoo, encendiendo una chispa en la mente de Jaeyun.

—Buena idea. ¿Me acompañas, pequeño? —dijo Jaeyun, sonriéndole a su hermano menor.

—¡Claro! —Sunoo se levantó rápidamente, guardando todo en su mochila, listo para salir junto a su hermano.

Jaeyun se levantó, sintiendo una mezcla de esperanza y ansiedad. Mientras caminaban hacia la puerta, no podía evitar imaginar el momento en que volvería a ver a Sunghoon. El vacío en su pecho parecía menos pesado, al menos por ahora, con la posibilidad de reunirse con su amor tan cerca.

El taxi se detuvo frente al prestigioso bufete de abogados de la familia Park, un lugar reconocido por albergar a los mejores abogados de la ciudad e incluso del país. Jaeyun y Sunoo descendieron del vehículo, sus corazones latiendo con una mezcla de ansiedad y esperanza. La fachada imponente del edificio reflejaba la grandeza y la seriedad del lugar.

Ambos jóvenes entraron y comenzaron a buscar a Sunghoon. Mientras caminaban por los pasillos elegantemente decorados, Jaeyun no podía evitar sentir cómo su nerviosismo aumentaba con cada paso. Finalmente, lo vio.

Sunghoon estaba allí, de pie, luciendo más hermoso de lo que Jaeyun recordaba. Su cabello plateado brillaba bajo las luces del bufete y su sonrisa seguía siendo tan deslumbrante como siempre. Jaeyun sintió que su corazón se aceleraba, queriendo acercarse a él, pero algo lo detuvo.

Sunghoon estaba hablando con un chico de cabello negro, cuya presencia exudaba masculinidad y confianza. Junto a ellos, los padres de Sunghoon parecían sonreír y disfrutar de la conversación con el desconocido. Jaeyun se sintió repentinamente inseguro, el nudo en su estómago apretándose aún más.

Cuando los ojos de Sunghoon se encontraron con los de Jaeyun, el tiempo pareció detenerse. Sunghoon quedó inmóvil por un instante, su sonrisa vacilando mientras sus emociones se reflejaban en su rostro. Los recuerdos de sus momentos juntos, las visitas a la prisión y las noches bajo la luna, invadieron su mente. Sentía una mezcla de sorpresa, alegría y una punzada de tristeza al ver a Jaeyun allí, frente a él.

Jaeyun, por su parte, sintió una oleada de emociones al ver la reacción de Sunghoon. Había esperado este momento durante tanto tiempo, pero ahora que estaba aquí, no sabía cómo reaccionar. Quería correr hacia él, abrazarlo y decirle cuánto lo había extrañado, pero se sentía paralizado por la presencia del desconocido y la aparente cercanía entre él y la familia de Sunghoon.

Sunoo, observando la escena, decidió intervenir.

—¿Sunghoon? —dijo con voz clara, tratando de romper la tensión en el aire.