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—¿Será que están peleando? —dice Xiomara con preocupación. 

 —¿Qué te preocupa de ese cuarto? Solo puede salir vivo él. ¿No viste cómo enfrentó a Sofía? —se ríe Paulo.

¡ hijo de puta!! Le hace una llave a su hermano.

—Sofía, basta, ya estás muy obsesiva con Jungkook. Sabes que él odia que lo acosen. Ubícate en tu lugar. —Grita al fin Amanda—. Ese chico es lo mejor que le ha podido pasar a mi hijo; solo ruego a Dios que se dé cuenta antes de que lo pierda. Mientras que los Jeon discuten en la sala VIP, en la habitación de Jungkook una conversación relajada se lleva a cabo.

—¿De dónde lo sacaste? —dice Jungkook. Jimin, quien lo mira fijamente. —De tus regalos de Francia. Lo encontré en una de las bolsas.

—No tienes nada que explicarme por ella. ¿No fuiste a dormir anoche? —Jungkook lo mira con curiosidad. —Ya que leí en internet que está aquí en la ciudad haciendo algunas presentaciones, deduje dónde estabas y creo que es tu oportunidad. Aprovechala. 

 —Ya cumplí con mi parte del trato. Tienes la idea Y solo tienes que llevarla a cabo. —Jimin está sentado sobre el escritorio. Jungkook no deja de sentirse inquieto por la camisa sin abotonar que lleva puesta y la forma en que él dedujo todo esto. Sin duda no se le escapa ningún detalle; lo sorprende.

—Bien, me sorprendiste. Llevaremos tus planes a cabo; ya que cumplí mi parte del trato, cumple tú tu parte. Me envías a seguir porque no confías en mí ni en Daniel —dice Jimin muy serio. 

 —¿De qué hablas? —dice Jungkook tratando de entender lo que él dice, puesto que ha estado tan ocupado. Él le ha demostrado que sabe cuidarse solo, lo deja ser más libre sin descuidarlo. Mira serio Y saca su arma.

—No, pero ya lo solucionó —dice con enojo; Jimin lo tiene tomando su mano.

—No, déjalo, no confío en él, tiene algo que no me gusta y quiero confirmar mi teoría. Si no te importa, te daré un consejo: pídele a tu amante que te dé 2 embarcaciones, una donde enviarás los vestidos y en la otra envía lo que quieras. Dale a tus hombres la información equivocada a Daniel y Nam; encomiéndales los diamantes. Nadie más que ellos debe saber sobre el traslado de los diamantes a la dirección correcta y a los otros solo dales la falsa, así confirmamos mi teoría.

ㅡ Jimin, si sugieres que me traiciona, no dudaré en matarlo.

—Solo es una teoría, Jungkook, pero por supuesto antes debes confirmarlo. No sé por qué siento que este hombre oculta algo; no confío en nadie, él no es la excepción.

—Bien, lo haremos por primera vez a tu manera. Gracias, dice.

Jimin, tomando su bolso, se dispone a salir, siendo tomado por las caderas por Jungkook, quien lo atrae a sus brazos, haciendo que Jimin sienta una extraña sensación en su cuerpo; una conexión. Por primera vez siente su respiración agitada. Jungkook lo toma de la barbilla para que lo vea y él se aleja un poco, le acaricia E intenta besarlo.

—No me toques, aléjate de mí, por favor, solo limítate a terminar con la misión —esto le dice un poco agitado—. Esto no va a pasar; ve a convencer a tu amante de que te envíe la carga.

—Jimin espera, lo toma entre sus brazos y lo besa, lo acaricia, lo carga en sus brazos. Su esposo lo enloquece, lo desea, lo necesita, lo sube sobre el escritorio mientras aprieta sus muslos con intensidad. Vamos, Jimin, dime que no lo deseas. Lo vuelve a besar, luego el cuello.

—No, no lo deseo. El deseo se me va cuando sé que te acuestas con cualquiera. Lo siento, pero no puedo, me das asco —le dice Jimin, alejándolo; aunque por un momento sintió la necesidad de seguir, se detiene un poco inquieto, sale de la habitación dejando a Jungkook con un deseo intenso, cierra los ojos, se pasa la mano por la cara con frustración para él—. Lo que ha aprendido:"uno busca en la calle lo que no le dan en la casa".

Jimin tiene el poder de sacar de él un demonio sexual que solo desea explorar su cuerpo, sacar la fiera que sabe que su esposo lleva dentro; camina a su dirección. Chicas pasan por un lado de Jungkook para irse a cambiar la ropa; ambos vuelven un poco distantes. Jungkook odia dar de qué hablar, así que lo toma de la mano.

Hace que se siente sobre sus piernas como es debido. —Acomódate un poco más arriba —le dice en susurro, tocando su espalda.

—Escuchen bien, vamos a seguir el plan de Jimin. —Sofía interrumpe—: ¿Cómo harás para tener los 70 vestidos para el martes? —Le contrataré un personal; él solo no podría hacerlo y, aunque pudiera, no lo permitiría. No le presionaré más; él ha hecho mucho hasta ahora.

—Para eso hay personas —dice Jungkook, serio—. Para ello necesitamos un lugar amplio, instalar por lo mínimo 10 máquinas; 20 personas trabajando será suficiente. Gastaremos menos de esta manera y las ganancias serán un gran porcentaje. Yo me encargaré personalmente de comprar todos los materiales y enviarlos a donde me indican el proceso; todo será de manera ordenada, llevando los vestidos en sus cajas selladas Y autorizadas por esta. —Dice Jimin, muy serio.

—Si mi esposo tuviera que pedirle un favor a su amante, ¡¡le metería un balazo a la hija de puta!! —dice Sofía con ironía, tratando de dejar mal a Jimin.

—Bueno, solo una persona ignorante arruinaría una operación millonaria por detalles insignificantes; Jimin definitivamente sabe cómo sacar de quicio a Sofía. 

—Bien, entonces nosotros aquí no pintamos nada. —Buena suerte —dice Domini, muy serio.

—Sales y te meto un balazo —dice Jungkook, muy serio, deteniendo los pasos de Domini—. Aquí vamos a trabajar todos y para mí ustedes serán el señuelo opuesto. Que esta jugada apenas comienza, quiero todo organizado para el plan B, ¡¡¡estamos!!!

—¡Estamos! —dicen todos al unísono. Ahora, en lárguense, Jungkook ordena; Jimin intenta levantarse. —Tú no, quiero celebrar contigo esta maravillosa idea. —Jimin toma un trago de vodka Y se lo entrega.

—Gracias —dice, sentado en el sofá—. ¿Y bien, cómo quieres celebrardice? —, tomando de su trago mientras ve a su esposo sentarse a su lado.

—Si no te importa, me gustaría bailar dice, colocando una canción suave, algo sensual, Y le extiende la mano para que él la tome y así lo hace. Jimin es atraído a la pista de baile; Jungkook lo hace girar. Ambos se mueven al ritmo de la música. La canción cambia Y Jimin siente su cuerpo arder. Las caricias de Jungkook lo hacen estremecer; se mueve para él.

Está de espaldas mientras mueve su pomposo trasero contra su miembro. Todo se va descontrolando: Jungkook lo toca de los muslos hasta las caderas, respira agitado sobre su cuello y él coloca su brazo derecho abrazando su nuca, dándole el acceso que Jungkook necesita. La recorre con ambas manos recorriendo su silueta. Jimin cierra los ojos. Jungkook puede ver su brazo izquierdo erizado. Él se niega a que él le haga el amor, pero Jungkook tiene la necesidad de hacerlo sentir. Quiere que él lo desee como él lo hace y que cuando lo haga suyo, él no pueda negarse.

La canción se detiene y Jimin se aleja un poco; lo voltea para ponerlo frente a él, lo mira a los ojos antes de besarlo, toca su trasero con intensidad, desliza sus manos por él hasta su espalda, que aprieta para pegarlo a su cuerpo. "No vendrás conmigo a la casa". Este hombre sabe cómo sorprenderlo.

—No puedo; Daniel te llevará.

—Sí, por supuesto, lo hará. 

UN ESPOSO  PARA UN MAFIOSO--- CORRIGIENDO....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora