Entre el amor y la guerra

Capítulo 7

Ae

Normalmente disfruto lo que hago, pero desde la visita de Ann el estrés y la preocupación de lo que debía hacer no me dejaron dormir.

Tuve que hablar con mis amigos al respecto, como los encargados de este lugar y los reclutas, tenemos que saber a qué nos enfrentamos. Todos reaccionaron de diferente manera, pero con la misma seriedad y determinación a dar lo mejor de todos para ganar esta guerra, incluso Pond se puso serio por un momento.

Claro que eso fue solo ayer, ahora, mientras intentaba conversar con Tin sobre cómo mejorar el entrenamiento, Pond no cerraba la boca.

-Pond, ¿podrías callarte solo un momento? Estamos intentando resolver un problema aquí.

Una vez más, no le tomó importancia a lo que dije.

-Si lo que quieres es silencio, deberías irte a ese comedor privado que tu padre hizo para nosotros—dijo sin considerar mi idea de cerrar la boca.
-Ya te dije que ese comedor es absurdo. ¿Cómo se supone que estaré cerca de los reclutas y los ayudaré a mejorar si me la paso encerrado?  

Puede que no fuera bueno para socializar o una persona muy habladora como Pond, pero sabía cuál era mi lugar. Si comía en esa habitación, solo daría a entender que ninguna de las personas aquí estaba a mi nivel, ninguno tendría la confianza de hablar conmigo si algo pasaba y mucho menos lograríamos ese trabajo en equipo que se necesita para ganar.

Además, si no tomaba el desayuno aquí, no sería capaz de ver a Pete.

Estaba a unas mesas lejos de mí, pero desde donde estaba podía verlo perfectamente. Desde el momento en que entré al comedor, lo busqué casi sin darme cuenta. Le había dicho en el entrenamiento de ayer que me esperara, que volvería para seguir ayudándolo, pero no lo hice. Después de que Ann se fue, tuve demasiado papeleo en mi oficina que atender y muchas llamadas que hacer.

Pensé que tal vez él se molestaría conmigo por no volver, pero cuando esta mañana al verme sonrió, me di cuenta de que nada de eso había pasado.

-En serio Ae, ¿qué tanto le ves a ese chico?—preguntó Pond.
-¿Qué?

Pond soltó una carcajada.

-Ya en serio, ¿qué pasa entre ustedes? Desde ayer pude notar que hay algo bastante interesante ocurriendo con él.

El tono juguetón de su voz y la manera en que movía sus cejas me provocó ganas de golpearlo.

-Nada está pasando, controla esa mente pervertida.
-Soy tu mejor amigo Ae, te conozco mejor que nadie y confía en mí cuando te digo que la manera en que miras a ese chico no es normal. Parece que quisieras comértelo.

Sentí un extraño calor en mi cara y estuve a casi nada de golpear a Pond cuando volvió a echarse a reír, solo que ChaAim apareció y tuve que bajar mi puño.

-¿Quién va a comerse a quién?—preguntó ChaAim.
-Ae se está saboreando a un recluta—dijo Pond y ChaAim casi se ahoga con su jugo.
-¿¡Qué!?
-No lo escuches ChaAim, solo está diciendo tonterías—planeaba negarlo todo el día si era necesario.
-Oh vamos, hasta Tin se dio cuenta, ¿no es así Tin?

Voltee a ver a mi amigo que hasta ese momento no había dicho nada, esperando que me apoyara.

-Lo siento Ae, pero esta vez Pond tiene razón, ayer te veías muy interesado en ese chico y hoy no has dejado de mirarlo desde que llegamos—la sonrisa burlona que se asomó en sus labios indicó mi derrota.

Mis tres amigos me miraban esperando que dijera algo. Planeaba seguir negándolo, pero en el momento en que Pete volteó hacia mí y sonrió, estuve acabado.