하나 (hana)

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Wonbin y Anton se conocían desde que el menor llegó a Corea por primera vez. No tardaron mucho en llevarse bien puesto que compartían cosas en común.

Anton siempre trató de buena forma a Wonbin, lo cuidaba y consentía, si él estaba cerca, el mayor no podía evitar sonreír.

Por eso fue que en algún momento Wonbin terminó enamorado del menor. Jamás le había gustado nadie como lo hacía Anton.

No estaba muy seguro de que hacer al respecto, lo pensó mucho. Tal vez solo era algo pasajero, pero mientras más meditaba más se daba cuenta que enserio sentía algo por él.

Así que con gran valentía decidió confesar sus sentimientos.

Pero cada vez que lo intentaba se ponía demasiado nervioso, siempre terminaba diciendo cualquier tontería. Y ese día no fue la excepción, ya era la octava vez que intentaba confesarse pero se salió por completo de sus manos.

Como antes dije, Wonbin se ponía demasiado nervioso. Aquellas palabras salieron antes de que siquiera pudiese procesarlas.

—Anton quiero que me beses.

Anton parpadeo varias veces tratando de procesar lo que el mayor le había dicho. Lo miró y Wonbin tenía una expresión seria en su rostro, sin ningún rastro de que estaba bromeando.

Wonbin por su lado estaba demasiado avergonzado de su repentina petición. Trató de ocultarlo poniendo su mejor cara de póker pero lo que no pudo ocultar fue el sonrojo en sus mejillas.

—Hyung-

—¡Te pago!

Su cerebro advertía que debía dejar de hablar, aunque las señales no llegaban del todo bien. Su mente había hecho cortocircuito y hablaba sin pensar.

—¿Pagarme? ¿De qué está hablando, se siente bien hyung?

—Puedo pagarte, tengo dinero —empezó a buscar en su billetera—. Te pagaré cincuenta wones —sacó los billetes.

—Yo-

—Tómalos —insistió sin mirarlo.

Anton sonrió con ternura. Bajo la mano que le extendía Wonbin y acarició su pelo.

—Entonces quiere que lo bese.

El sonrojo del pelinegro se extendió hasta sus orejas sin poder evitarlo. Ya sabía que había dicho una tontería y que probablemente a estas alturas Anton ya sabría de sus sentimientos.

—Lo haré —concedió el menor.

Se acercó más a Wonbin, quien tenía el corazón a millón. No podía creer que en serio Anton iba a besarlo, su ilusión cayó por los suelos cuando sintió unos labios en su mejilla.

Vio a Anton interrogante, éste tenía una sonrisa de oreja a oreja.

—No tenía que pagarme por eso.

—No me refería a eso —bufó.

—¿Ah no? ¿Entonces?

Wonbin no contestó, se limitó a rodar los ojos por el gran despiste del pelirrojo.

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Nueva adaptación, espero que les guste, en mi perfil pueden encontrar más adaptaciones del wonton. Mil gracias a gummyseongie por permitirme adaptar su historia ♡

⭒๋࣭⭑ ¡Te pago! ᯓ★ WontonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora