Año 2013.
El año 2013 marcó un punto crucial para Mercedes con la llegada de Toto Wolff, cuya presencia prometía cambios profundos en la estructura del equipo. En una rueda de prensa al inicio de la temporada, Toto había insinuado la posibilidad de ajustes en la alineación de pilotos, despertando un ferviente interés entre los competidores por asegurarse un lugar en Mercedes. Mientras tanto, Jules Bianchi se mantenía enfocado en captar la atención de Ferrari, distanciándose ligeramente de la agitación que envolvía a su entorno inmediato.
Sin embargo, a medida que la temporada avanzaba y se acercaba a su fin, los pilotos y aficionados por igual se encontraban en un estado de anticipación tensa, sin recibir noticias definitivas del director de Mercedes sobre quién ocuparía el asiento codiciado para la próxima temporada.
La última carrera de la temporada de Fórmula 2 estaba a punto de comenzar, y Toto Wolff observaba con atención desde el paddock a una joven piloto que había captado su interés desde hacía meses. Astin Celin Dara Bianchi, una figura emergente en el mundo del automovilismo, lucía imponente en su mono azul adornado con el logotipo de Red Bull. Mientras ella se preparaba para la carrera, saltando la cuerda para calentar, la parte superior de su mono atada a la cintura dejaba al descubierto una camiseta de licra diseñada para proteger su cuerpo en caso de un impacto en el cual hubiera fuego.
Desde que había irrumpido en la escena del motorsport, Astin había demostrado no solo habilidades ágiles y una determinación feroz en la pista, sino también un amor profundo por las carreras que compartía con su hermano, Jules. Para Toto Wolff, observarla era una experiencia intrigante; la joven representaba un potencial inmenso y una oportunidad para Mercedes de Formar a una futura estrella de la Fórmula 1.
-¿Nerviosa, Astin? -preguntó Jules, apoyado despreocupadamente en el monoplaza de su hermana, con una sonrisa burlona en el rostro.
Astin detuvo por un momento el salto de cuerda, mirando a su hermano con una mezcla de determinación y ligereza en los ojos.
-Un poco, pero eso siempre me ayuda a concentrarme mejor -respondió, ajustándose los guantes con gesto preciso antes de retomar su rutina.
-La parrilla está hecha un juego de tronos porque todos quieren el asiento en Mercedes -comentó Jules, observando a los otros pilotos y equipos con curiosidad.
-Hasta yo quiero ese puesto y ni siquiera soy piloto -añadió Javier, el manager de Astin, uniéndose a la conversación con una risa suave. Era evidente que el ambiente competitivo y la expectativa no afectaban su buen humor.
Astin continuó saltando la cuerda con gracia y precisión, su mente enfocada en el desafío inminente. Mientras tanto, Toto Wolff seguía cada movimiento con atención, evaluando no solo su habilidad física y mental, sino también su actitud y determinación ante la presión.
-Yo la verdad no tengo interés en alguna escudería en especial -dijo Astin finalmente, sin dejar de moverse con agilidad-. Mientras me den la oportunidad de correr, yo me doy por bien servida.
Sus palabras resonaron con una honestidad que capturó la esencia de su pasión por las carreras y su deseo sincero de competir al más alto nivel. Para Toto Wolff, observar a Astin Bianchi en ese momento no era solo evaluar a una potencial piloto, sino también vislumbrar el inicio de una historia que podría cambiar el curso del automovilismo para siempre.
Toto Wolff no podía dejar de analizar la concentración de Astin. La joven tenía una energía innegable que la hacía destacar entre sus pares. Sin embargo, el desafío aún estaba por delante. La carrera de Fórmula 2 estaba a punto de comenzar.
Mientras los equipos realizaban los últimos ajustes a los monoplazas, Astin se reunió con su ingeniero para discutir la estrategia de carrera.
-Hemos revisado los datos del circuito, Astin -dijo el ingeniero, mostrando un mapa del trazado-. Sabemos que tienes ventaja en las curvas rápidas. Aquí y aquí -señaló con el dedo- son tus puntos fuertes. Si logras mantener una buena salida, podrás aprovecharlo.
ESTÁS LEYENDO
VÉRTIGO
FanfictionAstin Celin Dara Bianchi, la prometedora hermana menor de Jules Bianchi, ha crecido con una pasión inquebrantable por las carreras. A sus 19 años, en 2013, atrapa la atención del renombrado Toger Christian "Toto" Wolff, director de un equipo de Fórm...