♡𝕰𝖓𝖙𝖗𝖊 𝖊𝖑𝖑𝖔𝖘♡ | 𝔑𝔞𝔪𝔧𝔦𝔫

ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 38: ℌ𝔬𝔯𝔡𝔞

A pesar de que sabían que el chico podía cuidarse solo, NamJoon y SeokJin no podían procesar las palabras dichas por el espía que tenían enfrente. Aquel hombre con buenas capacidades para defenderse a si mismo. Pero no era este el caso ahora. No eran humanos a los que pretendía enfrentarse. Eran infectados.

Sabían que con un simple rasguño podía ser la línea de muerte para cualquier ser vivo. Y por si fuera poco, no solo eran pocos infectados; era una gran horda de muertos que lograban obstruir la carretera por donde debían avanzar. Algo que sin duda alguna estaba desmoronando sus pocas esperanzas.

— Vamos, chicos, no hay que rendirnos tan rápido — Volvió a hablar el espía mientras observaba como sus palabras llamaban la atención de SeokJin, quien aún seguía en el regazo del gemelo —. Si vamos a morir, que sea intentando sobrevivir.

SeokJin bajó levemente la cabeza, temeroso de intentar sobrevivir. Hasta el momento, quería estar en el lugar donde se encontraba y no moverse ni un poco. Tenía demasiado miedo. No quería recibir una mordida, no quería dejar a sus amigos y mucho menos deseaba morir de una forma desgarradora.

Sabía que si lo intentaba, fácilmente huiría como un cobarde. Y eso le daba miedo. Tenía miedo de no poder lograrlo; de perder a alguien más y mucho más si, en casos que no quisiera, abandonar a sus amigos por salvarse a sí mismo. Tenía demasiados pensamientos negativos en su contra. No quería huir, más sin embargo, tampoco quería morir.

— Supongo que harás lo que puedas — Dijo Hoseok al ver que SeokJin no parecía querer darle una respuesta —, pero te lo digo ahora: no te arrepientas de la desición que tomes — terminó y dejó el fusil que tenía en manos en las piernas de SeokJin para luego enderezarse. Al darle la última mirada a la pareja, no le quedó de otra que solo suspirar pesado y se alejó para comenzar a bajar las escaleras de la torre mientras la mirada perpleja del gemelo no se apartaba por donde había bajado.

SeokJin por su caso, aún no paraba de temblar. Había dejado de observar el lugar por donde se había ido Hoseok y ahora estaba observando el fusil militar en sus manos. Podía agradecerle por haberle dado un arma con municiones, pero el problema era que su puntería era un poco mala. A comparación de NamJoon, ya que él había aprendido rápido gracias a su buena concentración en las explicaciones de Hyung-Joon en un inicio.

— Oye — Llamó NamJoon al menor, quien enseguida se reacomodó un poco para poder prestarle atención. Al ya obtenerla, pudo ver la expresión de preocupación que demostraba —. Recuerda que no estás solo — sonrió mínimamente, queriendo transmitirle al menor un poco de calma —, me tienes a mí. No soy un súper hombre, pero espero que sea suficiente para ti.

SeokJin sonrió de regreso con un poco de temor aún, sin embargo, ahora se sentía más seguro. Estar con NamJoon a su lado era la mejor manera de sentirse protegido. Además, esa sonrisa como siempre, lograba hacer que su corazón latiera como un loco.

— Gracias, NamJoon — Soltó bajo mientras observaba a su contrario a los ojos. Esos hermosos ocelos que de igual manera lo miraban con total atención, con unas infinitas ganas de decirle lo mucho que lo apreciaba sin siquiera pronunciar una sola palabra —. Vamos. No dejemos a los chicos solos.

NamJoon sonrió ampliamente y tomó las mejillas del menor en sus manos para acercarlo rápidamente a su rostro, observando como el portador de la katana tenía sus ojos un tanto abiertos por la repentina acción. Poco después, con solo observarlo tan solo unos segundos, no pudo aguantar más y acercó sus labios a los contrarios para besarlo; sintiendo como el chico correspondía de inmediato a su gesto.

SeokJin se acercó más, mucho más al mayor, queriendo obtener más de él. Sus manos, las cuales se encontraban sobre los muslos del gemelo, viajaron al pecho de este, donde pudo recargarse un poco para no caer completamente sobre el gemelo. Cabía destacar que estaba en su regazo, con las dos piernas flexionadas, las dos en el mismo lugar.