Cristal
—Repitelo — ordena
—Pare... — no pude terminar la oración cuando unió nuestros labios con rudeza, su lengua entrando rápidamente en mi boca danzando junto a la mía, paso mis manos sobre sus hombros para después tomar sus cabellos entre mis manos, el gruño contra mis labios, muerde mi labio provocando una pequeña herida la cual es succiona, separamos nuestros labios.
Lo miro fijamente sus labios un poco rojos e hinchados, su negro cabello revuelto, su respiración un poco agitada.
—Te dejaré dormir — se aleja de y va hasta la puerta después para desaparecer
Como pretende que duerma despues de ese maldito beso
—¡Aaahhh! — exclame
Me levanto de mis cómodas sábanas, voy hasta el baño, me despojo de la ropa y entro a la regadera el agua fría recorriendome el cuerpo así estoy unos 20 minutos, necesitaba relajarme, también quitarme el sueño.
Salgo envuelta en una toalla y voy directamente hacia el vestidor en busca de que ponerme.
El silencio de la habitación siendo interrumpido por un carraspeo, rápidamente me volteo para encontrarlo sentado en la cama.
—¿¡Que carajos!? — suelto un poco sobresaltada, sostengo fuerte la toalla que cubre mí cuerpo
—¿Que pasa ahora? — le pregunto exasperada al pelinegro que se encuentra muy relajado mirándome de arriba a abajo.
—En mi defensa toque la puerta — se defiende
—Me lo había llevado — dijo mientras que mi reloj se encuentra colgando de su mano
—Bueno ya me lo entregaste ¿puedes irte?
—¿Porque debería?
Aquí vamos de nuevo paciencia Cristal
—¿No lo sé?, talvez porque está es mi habitación y estoy desnuda, puede ser por eso
—Talvez
—Me tengo que vestir — le informo
—Y que quieres, que te ponga la ropa — insinua
—¡Claro que no!, quiero que te vayas
Este hombre me saca de mis casillas
Su mirada fijada en mis piernas, cabe resaltar que la maldita toalla casi no cubre mi trasero.
—¡Hey! — llamo su atención, su mirada choca con la mía
—Mi rostro está aquí — señalo mi cara
—Perdoname castaña tienes unas piernas muy hermosas — sonríe con lascivia
Siento mis mejillas arder ante aquellas palabras me volteo bajando un poco la toalla para que cubra más terreno
—¿Que paso castaña? — insinua burlón por mi reacción
—Puedes salir de la habitación por favor — volteo de nuevo dirigiedole la mirada
El pelinegro se levanta de la cama y camina hacia mi por instinto retrocedo hasta chocar con el estante, el sigue acercándose, aprieto fuerte el agarre de la toalla.
El extiende su mano hasta colocar el reloj de nuevo en su lugar.
Su electrizante mirada compitiendo con la mía.
Separa su cuerpo y va hasta la puerta
—Nos vemos después — dijo sin volterce para después salir de la habitación dando un pequeño portazo
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12 O'clock: A través del tiempo
Roman d'amourSoy de la personas que creen que la vida puede cambiar en cuestión de instantes, que no importa cuanto te esfuerces en no cambiarla, un giro inesperado que te dé el destino y todo se va por el tragante, soy víctima de estos giros de 360 grados, un d...