Canción: What's your problem-Tate McRae(No me deja poner los banners 😭)
Volvimos de la playa a eso de las siete. Mis amigos quisieron quedarse hasta más tarde pero les pedí de volver antes para esta vez tener tiempo suficiente para prepararme antes de ver a Sky.
Emoción no era la palabra, pero había algo dentro de mí que se removía de solo pensar en que nos volveríamos a encontrar.
Me duché y supuse que haría frío en la playa, o al menos habría viento. Por lo que me sequé el cabello y opté por unos joggins de color negro y una camiseta de tirantes de color rosado fuerte; algo casual, porque según él no sería nada serio.
Nos encontramos en la calle que quedaba frente al balneario a las ocho y media y caminamos juntos hacia la playa. Siempre debíamos ir hasta allá en auto por la cantidad de cosas que llevábamos, así que disfruté el caminar por ahí.
Creí que haría frío, y estaba en lo cierto, solo que no pensé que haría tanto. Mirar a Sky y su sudadera gris me hacía arrepentirme de cada segundo en donde negué llevar una chaqueta.
Me moría de frío.
Pero no iba a decir nada, al menos por un rato. Podría soportarlo.
Cuando llegamos toda la playa estaba desierta y completamente oscura. Solo se escuchaba el ruido de las olas del mar y muy pero muy a lo lejos, la música de las calles donde había bares o discotecas.
—Amas este lugar ¿no? —me preguntó él ni bien llegamos, supuse que para romper el hielo. Por la forma en la que habló, me esperaba encontrarlo mirando hacia el horizonte, pero cuando levanté la cabeza para mirarlo, lo atrapé con sus ojos clavados en mí. Creo que no se esperaba que yo volteara, porque inmediatamente quitó su mirada de mí.
—Es hermoso. El mar y las estrellas. ¡Son la combinación perfecta! —yo, en cambio, no aparté la vista, seguí mirándolo aunque, ahora sí, sus ojos estuvieran en el horizonte— Imagina ser tan hermoso como ellas...
Vi de costado como sonrió.
—Tu eres mucho más hermosa que ellas —masculló pero en el tono perfecto para que pudiera oírlo sin problemas, de forma casi actuada. Me acerqué y le di un pequeño empujón en el hombro. Él rio.
—No puedo creer lo que acabo de escuchar —dije entre risas.
—¿No es eso lo que se dice en las películas?
—Sí, pero no estamos en una película, Sky.
Ambos nos reímos del comentario que, por más tonto que haya sido, nos dio tema de conversación sobre películas románticas por un buen rato.
En ese momento me di cuenta lo mucho que me gustaba pasar tiempo con Sky. Disfrutaba su forma de hablarme, de tratarme, de hacerme reír. Simplemente, me gustaba él... Las cosas eran simples y no necesitábamos demasiado para pasarla bien, aunque suene irónico.
Luego de unos minutos de charla, y luego de haberlo convencido de que lo invitaría a mi casa para ver "10 cosas que odio de ti", quedamos parados unos enfrente del otro. Sky clavó sus ojos celestes en los míos y a pesar de la oscuridad pude ver cómo había ciertos tonos y acentos verdes en estos. Dio un paso... y otro... quedamos a sólo unos centímetros.
—¿Es cierto que te metiste en problemas con Thomas? —preguntó muy bajito, casi en un susurro, lo que hizo que su voz se volviera ronca y un tanto más grave.
Me quedé muda, sin saber qué responder. Debí haber sabido que el tema saldría a colación.
—Ehh... Si... Pero... Yo no sabía que era tu primo y...
—Shh —hizo un gesto con la mano como para que dejase de hablar, lo hice.
—Estaba molestándonos —dije bajito, como si fuera un secreto, pero lo hice con una sonrisita en el rostro, porque él tenía una igual en sus labios.
—A Thomas le encanta generar problemas —su mano se posó en mi hombro, como "tratando de consolarme", me gustaba este tono burlón que tenía la conversación, aunque el tema no fuera del todo gracioso. Su mano bajó de mi hombro hasta mi brazo y se detuvo en mi mano, tomándola para jugar con mis dedos. Me produjo un estremecimiento que no pude disimular—. ¿Sabes? Ni siquiera somos primos cercanos, apenas hablamos y se aprovecha de mi fama para salvarse de sus estupideces.
Acto seguido se quitó la sudadera y me la dio.
Abrí la boca pero no pude decir nada, así que me limité a negar con la cabeza.
—No hables. Estás helada —me dijo determinado—, no quiero que tengas frío.
Sonreí y me la puse. Inmediatamente sentí un alivio enorme por el frío que estaba pasando. La sudadera estaba impregnada de un perfume dulce y robusto a la vez que me recordaba a la personalidad de Sky.
—Gracias.
—No es nada.
—¿Caminamos? —propuse. Él asintió y comenzamos a caminar en dirección al Este.
No me equivoqué cuando pensé que la playa estaba desierta. Realmente no había nadie allí. Solo Sky y yo.
Caminamos un poco y traté de sacar un tema de conversación para que no se volviera algo incómodo. Los momentos que pasábamos juntos solían ser cortos pero que luego pasaría días recordando.
—Sky... —Comencé a decir y nos detuvimos un poco más cerca del agua, esta llegó a rozar mis pies, él me tomó del brazo y movió más lejos con gentileza para que no me mojara. Esas pequeñas cosas me encantaban.
—Dime —miró mis labios por un eterno segundo y luego volvió sus ojos a los míos. Me pregunté si también tenía frío porque metió las manos en los bolsillos de su pantalón. Sin darme cuenta de lo que hacía, apoyé mi mano en su antebrazo para comprobar. Estaba helado.
—¿No tienes frío? —le pregunté.
—Estoy bien —sonrió. Mi mano se alejó de su antebrazo y una ráfaga en mi cabeza me proyectó la imagen de que podría abrazarlo -y cómo se sentiría eso- para que no tuviera más frío. La descarté inmediatamente. "Pero mira las estupideces que piensas", me dije para mis adentros.
—¿Seguro? —insistí. La idea volvió y traté de espantarla rápidamente—. De todas formas, no iba a hablarte sobre eso...
—Seguro —afirmó aunque sabía que no era cierto—. ¿Qué querías decirme?
—No sé si lo viste pero... se volvió a publicar una foto nuestra.
—La vi —no se inmutó. Parecía algo completamente normal para él.
—Y...
—¿Y?
—¿No vas a hacer nada? —pregunté.
—Los rumores siempre van a estar, vayas a donde vayas, es algo que aprendí con el tiempo; lo que importa es lo que realmente pasa entre nosotros y lo que sabemos que es real.
Me quedé sin palabras. Tenía... ¿Razón?.
"Nosotros"
"¿Nosotros?"
—¿Y qué crees qué pasa entre nosotros? —insinué con una sonrisa medio burlona en su rostro.
—¿Tú dime? —replicó con la misma sonrisita.
—No, —negué con la cabeza, ensanchando la sonrisa que ya tenía— yo te pregunté antes...
—¿Vas a jugar ese juego?. Bien, juguemos a las confesiones. Pero si realmente quieres saber qué pienso, mira Isy, creo que haríamos una pareja excelente —dijo con seguridad.
—Yo creo que tenemos onda juntos —me arriesgué a decir. Sentí como mis mejillas se encendían y rogué para que Sky no pudiera notarlo, me crucé de brazos y le mostré una sonrisa juguetona. Aunque por dentro me estaba muriendo de miedo, porque a diferencia de Sky, yo no tengo esa seguridad al hablar o esa confianza al decir cosas como éstas. No suelo ser insegura de mi persona pero sí de lo que digo.
—Explícate mejor, ¿Onda como pareja o como amigos? —indagó divertido y se acercó unos cuantos pasos a mí.
—Eso está por verse —le dije y guiñé un ojo. Ambos nos reímos.
—¿Quieres tomar algo? —me preguntó cambiando el tema de forma radical.
—Ehh, sí, claro.
—Sígueme —ordenó y caminamos en silencio hasta la entrada de la playa. No pude evitar sonreír durante el camino, la oscuridad me jugó a favor ya que no creo que Sky me haya visto.
¿Habíamos coqueteado?
¿Él había insinuado que podría haber algo entre nosotros?
Nos detuvimos ya fuera de la playa. En una de esas tiendas en las que puedes comprar con tu auto y abre las veinticuatro horas.
—Espérame aquí —me dijo. Me senté en un banco de madera que había a la salida de la tienda y saqué mi celular para mandarle un mensaje a mis amigos.
Tú: ¡Holaa! ¿Cómo están?
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El verano perfecto
عاطفيةIsabella tiene el plan para pasar el verano perfecto: ir a la casa de su familia en Miami junto a su grupo de amigos para disfrutar de soleados días de playa y mar. ¿Qué podría salir mal? Todo cambiará cuando, inesperadamente, Isabella tenga un...