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Minjeong

Caminamos por el centro comercial durante un rato para bajar las palomitas y hacer hambre. Ya habíamos decidido dónde íbamos a cenar. En realidad lo elegí yo, no dejé a Félix ni si quiera proponer un sitio diferente a la pizzería. Y a decir verdad ni siquiera había tomado yo esa decisión, todo había sido ideado por Yu Karina.

Salimos de la última tienda de ropa cargados con pocas bolsas, Félix y yo no éramos precisamente millonarios y la paga de mis padres apenas llegaba para una camisa y zapatos nuevos. Pero era más que suficiente.

—Solo de pensar en el queso fundido se me cae la baba—fantaseó Félix con su pizza.

—¿Pedimos la de pepperoni?—pregunté.

—Ni lo sueñes, has elegido peli y lugar donde cenar. Me toca a mí, y elijo la cuatro quesos—se impuso.

—Está bien, pero admite que te ha gustado la película—cedí.

—En ningún momento he dicho que no me ha gustado, ya sabes mi opinión sobre este género—se defendió.

Entramos al local que olía como debía de oler el cielo y nos sentamos en una mesa vacía ya que no vi a la pareja por ningún lado.

No sé en qué pensaba Karina, tampoco es como si fuéramos a sentarnos en una mesa los cuatro, aquel plan no servía para nada.

Pedimos nuestra pizza y mientras esperábamos y discutíamos sobre cuál era la mejor comida basura de todas, me llegó un mensaje.

Pedimos nuestra pizza y mientras esperábamos y discutíamos sobre cuál era la mejor comida basura de todas, me llegó un mensaje

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K: Estamos sentados justo detrás. Os va a llegar mal el pedido, ya he hablado con los encargados, son amigos míos. Félix tiene que ir a cambiarla, yo mandaré a Jinnie.

¿Cómo?

¿Es que era amiga de todo el mundo o qué?

No sé si entendí muy bien que quería conseguir Yu Karina con aquella jugada, pero le seguiría el rollo y ya está. Lo único que me apetecía en ese momento era disfrutar de mi pizza en paz.

Al rato llegó la comida.

—Qué hambre—dije lanzándome a coger un trozo de pizza.

—Espera—me detuvo Félix—. Es de pepperoni, ¿cómo lo has hecho?

—¿El qué?—pregunté confundida.

—Conseguir salirte con la tuya y que nos traigan la pizza que querías—me miró entrecerrando sus ojos.

Comencé a reírme.

—No me había dado cuenta de que nos la habían traído mal. Ve a cambiarla porfa—le puse ojitos a mi amigo para que aceptara.

—Voy, con tal de no comer esto—miró mal a mi adorada pizza de pepperoni.

—Eres perfecta, no le hagas caso—le susurré a la pizza bromeando.

Just Like A Movie | WinRina & HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora