Just Like A Movie | WinRina & Hyunlix

VII

Minjeong

—¿Dónde mierdas estabas?—Félix se abalanzó sobre mí al verme entrar, como si me hubiera estado esperando.

—Yo...

—¿Qué haces con ella?—no me dejó hablar.

A mi lado se encontraba Yu Karina, cosa que sorprendía a Félix y a mí me pareció lógico.

—No vengo con ella, vengo del baño-mintió Karina. —¿Dónde está Jinnie?

Ella miraba a los tres chicos que quedaban en la sala buscando entre ellos a su amigo.

—¡En el baño!—Félix me miró incrédulo después de gritarle a la mayor—Dime la verdad, ¿os habéis estado peleando? Vienes toda despeinada. Espera, —me tomó por los hombros y abrió mucho sus ojos a medida que acercaba su cara a la mía—¿TE HAS ACOSTADO CON ELLA?

Le pegué primero un empujón y luego unas bofetadas en el brazo.

—¡¡NO!! ¿Eres tonto?—le grité. —Estábamos ayudando al hermano de Juyeon, le hemos encontrado muy borracho y nos ha pedido que le ayudaramos a subir. Por eso estábamos juntas, una sola no podía con su peso.

—Am—puso cara de ¿decepción?

¿Acaso Félix era como esos heteros a los que les encantaba que las chicas se besaran por morbo? ¿O yo me estaba perdiendo algo?

Me fijé en Karina, se apoyaba contra el marco de la puerta, divertida con nuestra conversación.

—¿Por qué sigues aquí? Es una conversación privada—le dije.

—Estoy esperando a Jinnie y si me nombráis en vuestra conversación tengo derecho a escucharla—me miró con superioridad.

Hace un momento estábamos tumbadas en una cama en la que la ví tan vulnerable que me hizo replantearme toda mi enemistad hacia ella y ahora rompía la magia volviendo a ser la misma pedante de siempre.

Incluso sentí un cosquilleo cuando no me soltó la mano hasta llegar al salón...y cuando chocó conmigo en el jardín gracias al malestar del bro.

Las cervezas con limón estaban haciendo más efecto del que pensaba, no podía ser otra cosa. Yu Karina no me pone nerviosa, me niego.

—Vete—insistí, no aguantaba más su presencia esa noche, necesitaba despejarme.

—Hasta que no venga Jinnie no me muevo—se opuso firmemente sin quitar su postura relajada.

—Vámonos nosotros entonces, Lix—ordené a mi amigo tirándo de su brazo.

—¿No pensáis despedirnos del cumpleañero?—intentó retenernos Karina.

—El cumpleañero se está pegando un viaje astral increíble, —objetó Félix—no creo que le importe mucho que no digamos adiós.

Tomé a Félix de la muñeca y caminé para atravesar la puerta. Ella me cortó el paso por enésima vez esa noche.

—¿Tienes complejo de portera?—pregunté.

—Puede que al cumpleañero no le importe, pero has estado con Hyunjin toda la noche, ¿no le vas a decir adiós ni a él si quiera?

¡Que le den un premio a la menos obvia! Menos mal que el plan iba a ser secreto y disimulado...

Carraspeé para que se diera cuenta y dejara de presionar.

—Apenas he estado con él.

—¡¿Cómo?!—se me escapó, ahora me tendrían que dar el premio a mí también.