Cambio De Papeles 【Y͟o͟o͟n͟m͟i͟n͟】

💙 Chapter 4 💙

YoonGi siempre supo que JiMin obedeceria si o si, si usaba ese tono serio y autoritario de demanda específico que utilizaba en ocasiones, por más que contradiciera la orden en su mente el chico obedecía gratificantemente, pero incluso teniendo a un JiMin lagrimoso con su boquita llena de la polla del pálido, era incapaz de creer que realmente había obedecido en mamarle.

Esos cristalinos ojos celestes eran la gloria, estaban empapados de lágrimas, y no era para menos, YoonGi estaba lo suficientemente dotado como para confundirlo con alguien de genes afroamericanos, y su pequeño secretario se había casi ahogado con su propia saliva al descubrirlo.

— Vamos JiMin, traga más, se un buen chico.

JiMin transmitió un poco de molestia en su mirada, quizás viéndolo como si le pidiera que se metiera una merengena extremadamente grande y entera por la boca, no estaba lejos de la realidad, YoonGi tenia buena polla y la tenia erecta.

El chico sabía usar su boca y YoonGi estaba agradecido con cualquier ser supremo, porque parecía que le habían anulado el reflejo del asco al pelirrojo y aparte de tener dificultades para tragar todo (la verdad es que nadie podía) y poder respirar adecuadamente, no tenia problemas para nada más, además, estaba la otra parte, esa que le mantenia con las piernas tensas y caliente como un hombre con diez años de abstinencia, al estallar ante el minimo estimulo.

Tener exactamente a JiMin de rodillas prendido de el era su más pura fantasía hecha realidad, ver esa cabellera roja a la altura de su entrepierna, esos ojos celestes que le miraban fijamente mientras su boca alojaba su polla en una cuna de oro, las manos pequeñas aferrándose a sus muslos tensos y lo más satisfactorio, ver a JiMin revolcarse de placer mientras se la chupaba en un vaiven intenso, duro, su polla estaba llorando presemen abundante en esa calidez que le otorgaba esa boquita.

Joder quería levantarlo, bajarle los pantalones y enterrarse de una en aquel lugar para follarlo y derramarse en su interior, sabía que si lo hacia JiMin no se negaria.

— Joder.

Siseo cuando el menor dejo su polla fuera y comenzó a lamerle la glande mientras le miraba con un rostro casi inocente, mejillas y nariz sonrojadas, labios húmedos, ojos acuosos, pero más allá de eso el deseo animal se tintaba en aquellos preciosos iris, JiMin estaba disfrutando eso.

Escucharon la puerta abrirse, pero ninguno quiso tapar lo que sucedía, incluso JiMin comenzó a lamer sus bolas mientras que el pene de YoonGi se alzaba altivo, brilloso e hinchado, demostrando cuanto le encantaba.

¡Ja!, no se equivocaba cuando había pensado que el muy descarado quería chuparle las pelotas.

— ¿Les parece bien así o tengo que bajarle los pantalones y follarme su exquisito culo para darles el material que quieren los señores Kim? – menciono YoonGi viendo los hombres de "limpieza" que habían entrado y los cuales habían perdido el color al ser obviamente descubiertos, le estaba costando hablar mientras JiMin se prendía de su entrepierna, pero se estaba repitiendo en su mente que era un "ánimo" para dar lo mejor de el y que aquello acabara rapido (la discusión no la mamada). — Bueno, discutamos esto mientras mi secretario hace una excelente labor, claro, a comparación de ustedes que me imagino que deben ser excelentes trabajadores privados para la vigilancia, al menos el si sabe ocultar su desfachatez por mamarmela cada vez que me ve, aprendan un poco por favor.

Recibió una pequeña mordida en el tallo de su pene y miro hacia abajo, pequeño demonio, lo miraba con reproche.

— No muerdas, o realmente me molestaré. – se giró nuevamente hacia los trabajadores. — Bien, esto harán, si no quieren amanecer con algún familiar de ustedes en la cárcel, hijos pequeños en orfanatos, o aún peor, familiares y dulces esposas accidentadas al punto de dejarlas paraplejicas, es recomendable que salgan de aquí, renuncien y dejen que mi chico me la chupe sin ustedes urgando en su vida, ah, y si es mucho pedir, por favor, denle una advertencia a Jennie, me puedo molestar y que todos vean mi punto molesto no sería muy bonito de ver.