Parte Única

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"No es más que una noche corriente, como todas" Pensó Diego al recibir una carta que lo invitaba a una casa encantada. Diego decidió ir solo debido a que sus amigos, por diversos motivos, lo habían dejado solo para esa noche. Unos con la excusa de que viajaban o que tenían que cuidar de sus hermanos, pero él sabía que simplemente, no querían salir con él.

La dirección le resultaba bastante familiar, pero aun así, no podía imaginarse el lugar al que se dirigía. Llegó a la casa y quedó boquiabierto, su casa, su antigua casa.

Diego esperaba encontrarse con una casa encantada decorada para fiestas, pero sorprendentemente, no había ni un alma allí, o eso creía...

Entró por la puerta principal, observando con detenimiento los gnomos ensangrentados que se encontraban en el jardín, y como no, empezaron a caer rayos de cielo, para poner la guinda a una noche que nunca olvidaría. Según atravesaba el jardín escuchó el crujir de un rama, sobresaltado, vio que no era más que una pequeña rama bajo su pie.

Posó su mano sobre el pomo de la puerta y al momento se escucharon golpes en la fachada de la casa, seguidos de un grito ahogado, parecido al de un niño pequeño. Diego, impactado, pensó que tal vez había un niño dentro asustado por la tormenta. Aun así, todas las puertas estaban cerradas con detalle y no se visualizaba ni una sola huella en el barro del jardín.

Sin tiempo a vacilaciones, la puerta se cayó verticalmente como si de una simple tabla de madera desatornillada se tratase, pero aun así, pudo observar sangre en marcos interiores de la casa y al fondo, visualizó la sombra de un niño corriendo hacia arriba por la escaleras. ¿Se asustaría al ver la puerta cayendo?

Mientras Diego investigaba la casa en busca de aquel niño, escuchaba una canción, como si de un espíritu susurrándole al oído se tratase.

"Acércate, puedo notar, que tiemblas...
te empiezo a ver, se donde estás, no puedes escapar.
¿no tienes miedo? ¿no te doy miedo?
Mira aquí... estoy detrás...
Soy la sombra que observa en la oscuridad.
Vibra la voz, un frío fugaz..
no era buena idea, no debiste jugar.
No vale correr, sé donde estás
tu respiración te delata".Fragmento de Bu, RushSmith

Diego se dio cuenta al instante, esa voz la conocía, la voz su amigo imaginario, que dejo abandonado junto a la casa 12 años atrás. Entró en pánico, se le altero la respiración de forma alarmante, y todo, por ver al niño cantar esa canción delante de un espejo, ante la desesperada mirada de Diego.

El niño tenía pelo rubio manchado de sangre, no le pudo apreciar el rostro, debido a que en el espejo, no había reflejo alguno.

Y de repente ese niño se desvaneció, pero apareció detrás de Diego volviendo a cantar esa canción, ese niño aparentaba una cara de alguien que ha estado llorando toda su vida, y un enfado descomunal.

Y paró, se subió a la espalda de Diego, y le susurró al oído: "Ahora te toca a ti, podremos estar juntos para siempre"

Finalmente, Diego, como si de una hipnosis se tratase, se calmo, y avanzó pasa a paso hasta el espejo, entró adentro del espejo y la puerta de la casa se cerro de la misma forma en la que se abrió, verticalmemte, como si nada hubiese pasado.

El amigo imaginarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora