Álvaro se despertó con el sol de la mañana entrando por su ventana, ese día no tenía clase en la facultad por lo que se permitió remolonear entre las sábanas mientras pensaba en los acontecimientos de ayer y soñaba con la presencia de Paul gracias al olor que éste había dejado entre sus sábanas.
Bea, tras llamar a la puerta de la habitación y escuchar un "pasa" abrió la puerta y vió la sonrisa del chico de rizos con lo cual se preparó para escuchar todo aquello que éste tenía que contarle. La noche anterior había llegado tarde a casa y se encontró un salón ambientado en músicas y un mensaje de Álvaro en su móvil en el que decía que estaba acompañado.
Una vez se pusieron al día Bea solo pudo exclamar emocionada:
- Dios mío. Al final se me va a dar, por favor sois como dos adolescentes enamorados.
Álvaro respondió a esto con un sonrisa bobalicona que en realidad no se le quitaba de la cara. No sabía hasta que punto sentía por el rubio pero si algo tenía claro es que quería descubrirlo y pasar más tiempo con él.
Precisamente y con esta intención de conocerle más habló a Bea de su nuevo plan. Si bien hasta ahora el chico de rizos había evitado por completo la tienda de abajo, especialmente en los días marcados en su calendario puesto que sabía que Paul trabajaba en ese horario, ahora se dedicaría a visitarla continuamente.
Bea ante este nuevo plan solo pudo reírse y decir: - no sabía que el Álvaro enamorado sería el Álvaro que hiciese la compra semanal.
Y entre carcajadas los dos amigos pasaron la tarde pensando en cómo Álvaro cambiaba todos sus esfuerzos de no encontrarse con el moreno a de hecho encontrarselo a toda costa.
(...)
Habían pasado dos días cuando Álvaro se decidió a bajar a la tienda. Lo cierto es que quería haber bajado antes pero tampoco quería parecer excesivamente ansioso y por aquello del destino que el granadino había dicho consideró que esperar dos días sería más que suficiente. Veía las horas pasar y lo que hacía unas semanas hubiese pasado en un abrir y cerrar de ojos ahora le parecía una eternidad aunque solo fuesen 48h. No dejaba de pensar en que quería el teléfono del moreno y también quería conocerle más y pasar más tiempo juntos y besarle. Bueno, Álvaro ya basta, pensó, tienes que centrarte para que esta visita a la tienda parezca lo más natural posible.
Y aunque esa era la intención, que fuese natural, lo cierto es que en aquellos dos días había planificado 4 outfits diferentes y se había montado un montón de escenarios en su cabeza en los que Paul le invitaba a una segunda cita.
Bajaba en el ascensor retocándose los rizos y una vez salió por la puerta y giró la esquina que daba a la entrada de la tienda se encontró una puerta cerrada y un cartel que ponía:
"Cerrados por vacaciones del personal. Volvemos en 10 días. Disculpen las molestias".
Con fastidio solo acertó a decir: Genial, un nuevo plan... fallido.
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Au Polvoron. Tenías que ser tú.
FanfictionDónde una serie de encontronazos y la torpeza de Álvaro desquician a Paul. O dónde una serie de encontronazos y la torpeza de Álvaro llevan a que dos almas destinadas a estar juntas se enamoren.