Contrato y pactos de un encierro

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Londres, Reino Unido

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Londres, Reino Unido. 1998.

La exclusividad de las obras de Harry estaba totalmente destinada a la editorial Pantkton, no podía entregar un manuscrito a otra empresa más que a ellos. Así como la confidencialidad de sus futuros proyectos y su vida personal estaba en manos de la editorial. Y esos eran apenas dos de los acuerdos pactados cuando Harry firmó contrato con Mark años atrás. Contrato del que aún le faltaba cumplir con cinco años de trabajo. En relación a esto, esos cinco años se llevaban entre los días y meses su imagen personal. Pues al trabajar con Elliot había firmado el mantener una pulcra y digna reputación que no dañara o manchara la percepción que el público tenía de él. Siendo que tampoco afectara el recibimiento de la gente, y por ende las ventas.

Ahora bien, Harry tenía poco entendimiento sobre estos contratos. El protagonista de esta problemática había sido un documento que había firmado siendo aún muy joven e ingenuo, con la simple fantasía de hacer conocer su talento. Sin embargo, ahora que había crecido era consciente de muchas más cosas. Por ejemplo, si demostraba que Mark había incumplido con alguna de las partes del contrato podría también deslindarse voluntariamente de Pantkton. Y eso era justamente lo que estaba buscando.

—Necesitamos que Pantkton o algún otro directivo dañe de alguna forma tu dignidad como trabajador para que puedas justificar la rescisión laboral. —Explicaba Louis sentado justo al lado de Harry. Uno al lado del otro con un rubio hiperactivo girando en la silla de Louis por toda la oficina. —Entonces se me ocurre que, por ejemplo, usemos el pacto de confidencialidad que firmaste con ellos. Si te divulgan por la posibilidad de obtener ventajas personales podrías presentar una diligencia de descargos y fácilmente justificar tu terminación voluntaria del contrato.

Louis se había pasado toda la tarde investigando con su agente. Todo con el fin de ayudar a Harry. Por su parte, Harry usaba lo poco que sabía buscando indagar más sobre el tema y sus posibilidades.

—¿De qué manera podría algún chisme mío ser lo suficientemente útil como para que les represente un lucro factible? —Cuestiona Harry tomando el escritorio de Louis como reposadera para su rostro.

—Esa es la cosa. Debemos encontrar algo que te comprometa pero que no vaya más lejos de lo que podamos manejar. —Louis acaricia la espalda del rizado y reflexiona detenidamente.

—O sea... básicamente van a hacer que alguien de Pantkton hable mierdas de Harry con la intención de ganar algo a cambio, y con que logren comprobar eso Hazzuela se puede despedir del feo contrato que firmó drogado o algo. Aún no entiendo como no leíste bien, animal. —Girando sobre la silla, Niall estaba ahí solo porque quería ayudar a su amigo. Que si no ya hubiera corrido con tanto termino raro que usaban.

—Algo así. —Dice Louis pensativo. —Tenemos que ser rápidos si queremos que Harry pueda recuperar los derechos totales de sus obras. Ahora tiene como distribuidores a Pantkton, pero si cierra el contrato automáticamente cierra la relación de empleado y empleador también. Ya no podrían tener autoridad sobre las novelas. —Añade.

Velas hundiéndose || Larry Stylinson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora