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Rosé se encontraba en la cocina terminando de preparar el desayuno para las mujeres que más amaba en el mundo, era cuestión de tiempo para que amabas aparecieran en la cocina renegando por tener que ir a trabajar y la otra por tener que ir a la escuela aunque sin embargo a la segunda se le pasaba al recordar que vería a su mejor amiga.

Cuando colocó el ultimo plato sobre el mesón de la enorme cocina escucho las pequeñas pisadas de su hija mezclada con las de Jisoo quienes venían conversando sobre algo gracioso o eso creyó al escucharlas reír.

-Buenos días mami- gritó Jennie entrando a la cocina y corriendo a abrazarla

-Hola mi amor- respondió tomándola en brazos y dándole un enorme beso en la cabeza

-Yo quiero uno- bromeo Jisoo acercándose a ellas y estirándose un poco para que la rubia besara su cabeza pero fue Jennie quien lo hizo- aún mejor que los de Rosé

-Buenos días- le dijo la rubia riendo y dándole un corto beso en los labios

-Corrección- bromeo tomando a Jennie de los brazos de Rosé y llevándola hacia una de las sillas- ese es aún mejor

-¿Cómo durmieron?- preguntó

-Con los ojos cerrados- respondió Jennie- y acostada

-Muy graciosa- dijo Rosé fingiendo una sonrisa- termina tu desayuno que ya debes colocarte el uniforme

-Mamá me dijo que respondiera eso antes de llegar aquí

-Chismosa- dijo la pelinegra bajito mirando a su hija

-Desayunen y sin pelear- las reprendió en broma- ¿Cuándo tuve a mi segunda hija? Porque no lo recuerdo

Jisoo se acercó a Rosé y la abrazo por la espalda dejando un beso en su cuello, la rubia instintivamente se giró sobre sus pies para quedar frente a su futura esposa y enredó sus brazos en su cuello para poder besarla mientras está llevaba sus manos hacia sus glúteos para apretarlos haciendo reír a la más alta.

-Las hijas no hacen estas cosas

-Los adultos son raros- habló Jennie cortando el momento viendo la interacción que ante sus ojos parecía muy extraña- ojalá nunca crezca

-Continuamos luego- susurró Jisoo

-Tú a comer tu desayuno- regaño Rosé a Jennie- vamos que ya estás tarde

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Rosé entro a la pastelería viendo como las mesas estaban llenas de personas disfrutando de algún postre o dulce, a un lado de ahí una considerable fila de formaba frente a la caja principal que tomaba los pedidos para quienes preferían llevarse sus ordenes aquel día, la rubia sonrió al ver cómo su negocio con Jennie prosperaba de manera increíble, claro sabían que mucho de esto era gracias a Jisoo quien se encargó de que el negocio tomara popularidad, las primeras semanas luego de aquello ya ni si quiera necesitaban de estrategias de marketing porque de ser así necesitarían abrir un nuevo local o cambiarse a alguno más grande.

-Rosé que bueno que llegas- suspiró uno de sus empleados que se veía contrariado con el tiempo- tu esposa volvió a ordenar lo de siempre y estábamos esperando a que llegaras

-Pero salió de casa hace menos de tres horas- dijo divertida- sabe que no puede comer postres tan temprano

-Pues no lo sé pero pidió el encargo hace media hora y ya sabes cómo es la señora Kim- dijo divertido- en cualquier momento debe de llamar a preguntar dónde está su pedido

-Deja que salude a In-ah y se los llevo yo- rió- además solo vine a dejar unas cosas que iban a necesitar hoy, dile a Carlos que las saque de mi auto- le pidió tendiéndole las llaves

NO ME RENDIRÉ || CHAESOODonde viven las historias. Descúbrelo ahora