Mile Romsaithong, con un Doctorado en Bioquímica,
¿Sería capaz de rendirse a su magistral seducción?
En la televisión, el Doctor Mile Romsaithong enseñaba la ciencia de la atracción.
Ahora, ese Genio millonario quería emplear sus conocimientos con...
No había vista más bonita imagen que el firme trasero del Doctor Romsaithong.
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Mile se puso los pantalones kaki le sentaban de maravilla. Y los hombros... El dragón se hallaba en el lugar que sabía mejor de todo su cuerpo, como había descubierto. Envalentonado por las actividades de esa noche, le puso las manos en la espalda y las deslizó hacia arriba porque quería comprender mejor su Cuerpo, porque quería complacerlo. Y su cuerpo era firme, delicioso y masculino.
Daba igual que estuviera vestido. En algún momento, retomarían lo que habían dejado. No había motivo para no irse preparando mientras se calentaba la cena. Sin embargo, él se puso tenso. Nattawin creía que le gustaría que lo acariciara, que se derretiría bajo sus manos y emitiría ruiditos apreciativos que le indicarían que lo estaba haciendo bien.
-¿Mile? -él no contestó ni se volvió-. ¿Va todo bien? ¿No quieres que te acaricie en la cocina? Si hay reglas, será mejor que me las digas, porque no quiero dar un paso en falso, como quitarme la bata para mostrarte que estoy desnu...
-Todo bien -su risa le sonó forzada y deseó que se diera la vuelta para verle el rostro-. Puedes hacer lo que quieras. Es tu casa, tú pones las normas.
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Nattawin parpadeó y retiró las manos de sus hombros.
-En ese caso, no hay normas. Si quieres andar desnudo por la casa, estoy totalmente a favor.
-Entendido
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