Capítulo 4

6 0 0
                                    

Disclaimer: Los personajes pertenecen a Akutami Gege, creador o creadora de Jujutsu Kaisen como tal, sus personalidades están más o menos apegadas al canon y la historia si es de mi completa autoría.

Advertencias: En esta historia no sigo el canon de la muerte de Nanami o Nobara, si se darán menciones de enfrentamientos pero con modificaciones. Aclarado este punto, prosigo.

Lenguaje inadecuado, romance moderado, comedia romántica, situaciones incómodas, un adulto poco responsable por lo que desde ya menciono, no es un ejemplo a seguir. Por cierto, solo por si tenían dudas, aún no habrá contenido pornoso pero si situaciones algo favorables.

_________________________________

"El ardiente deseo de ser o hacer algo nos da poder de permanencia, una razón para levantarnos todas las mañanas y empezar de nuevo después de una decepción"

(Marsha Sinetar)

.

.



–No sabía que Gojo-sensei sabía manejar.

–¿Quién me crees? ¿Un niño rico que no sabe hacer nada sin su sirviente?

–Eh...

–No respondas –no era necesario, porque con esa acción le dijo todo, ofuscado no pudo evitar hacer un puchero mientras esperaba que el semáforo cambiara.

–Pero usted me preguntó. –soltó con una sonrisa– Si pienso que es rico es porque todos lo dicen, nunca dije que no supiera hacer nada, sensei es genial. –ese chico sí que sabía elogiarlo y ponerlo de buen ánimo en cuestión de segundos– Cierto, nos dijo Ijichi-san que es la cabeza de su clan, ¿no? El único con vida o algo así.

–Sí, soy el único del Clan Gojo y bueno, sí soy rico –admitió con orgullo, ¿a poco no era un buen candidato de novio?

Al ver a Yuuji, este prestaba más atención al camino y sus alrededores, no le importaba si Gojo estaba podrido en dinero o no, podría apostar que a ese chico poco le importaba su estatus social. Sería difícil de conquistar.

En cambio Itadori iba en su propio mundo, Gojo era solo, el único de su clan, así como él siendo el único de los Itadori con vida, ¿estaba bien el pensar que era algo que compartían en común? De esa manera creyó no sentirse tan solo, después de todo, no era el único huérfano.

–Entonces, ¿qué quieres comer?

–Mmm –murmuró mientras lamía sus labios por inercia, pensando en comida–, algo salado ... No, mejor que sea lo que sensei quiera comer, sé que le gustan mucho los dulces.

–Que chico más considerado. ¿Y si digo que quiero comerte a ti?

Claramente, estaba coqueteando y el joven a su lado no lo consideraba como tal, solo un juego más de los acostumbrados que solían llevar, por ello siguió su naturalidad juguetona.

–Mm, si nos vamos por esa lógica caníbal pensaría que usted fue poseído sensei. ¡Ya sé, un zombi! ¿Qué de sabroso tendría yo? –al apuntar a su propio cuerpo– No soy muy alto, tampoco tan bajo. Peso 80 Kg, no soy atractivo. Espere –dijo a la vez que fruncía el ceño por esa nueva duda–, ¿a los zombis les atraen las personas sanas o atractivas? –Gojo no pudo evitar reír por sus ocurrencias–. También tengo bajo porcentaje en grasa, mire.

Al levantar su hoodie y musculosa juntos enseñando así sus abdominales hasta la altura de sus pezones, Gojo se distrajo por un momento mirando esos lindos botones en especial porque ese jovencito tenía un lindo par de pectorales que se notaban a simple visa, parecían firmes y a la vez suavecitos, tragó duro para aparentar que sus ojos no se enfocaron en dicho lugar. Aunque estaba usando sus lentes, no quería parecer un pervertido frente Yuuji, eso sí, volvió su mirada a la calle y con su mano libre aprovechó para tocar sus abdominales, una oportunidad así no se desperdicia.

Amarte ¿está bien?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora