⚽ BLUE LOCK ⚽ [One shots]

Rin itoshi

El timbre que anunciaba el final de las clases hizo que todos en el aula guardarán rápidamente sus cosas para irse a sus respectivas casas o a sus clubs

Pero en tu caso corrías para ir a ver a tu novio, el pródigo del fútbol, Rin itoshi

Al llegar al campo de fútbol tu novio también iba llegando pero solo te dió una mirada fría y despectiva antes de empezar con su entrenamiento como todos los días sin siquiera dirigirte la palabra

Cómo estabas completamente acostumbrada a su forma de ser simplemente fuiste a las gradas para esperarlo o darle la botella de en caso de que necesite hidratarse

[...]

Por fin el entrenamiento termino y Rin se acercó a tu lado para tomar agua y secarse el sudor

—Mañana no pasaré por ti–dijo

—¿Por qué Rin?–preguntaste, no era un reclamo, solo querías saber por mera curiosidad

—Tengo algo que hacer

—Esta bien–asentiste mirándolo como si fuera una de las obras más hermosas que haz visto, mientras que el al notar tu mirada hizo una mueca de disgusto

—¿Que tienes?

—Nada solo te quiero mucho...—te levantaste de donde estabas y te pusiste frente a él para darle un beso rápido en los labios, que en respuesta Rin te aparto bruscamente a la vez que se encaminaba a la salida del campo—oye... Espérame Rin–murmuraste antes de seguirle el paso para irte detrás de él—te incomode?

—No lo vuelvas a hacer–contestó, seco como siempre, llendose en dirección contraria a ti

Sabías que las muestras de afecto le molestan pero apartarte así fue mucho incluso para el, soltaste un suspiro y caminaste a tu casa que estaba al lado contrario que Rin tomaba para ir a la suya, no te quedaba de otra más que esperar hasta mañana para disculparte con el aunque sea tu culpa

[...]

Al día siguiente caminabas solo por la calle en dirección al colegio para otro día de estudios, pensaste que irías sola pero escuchaste una voz detrás de ti

—¡Hola "_____"!–habló un chico de la misma clase de Rin mientras corría hacia a ti

-—Buenos días Ryo—contestaste volteando un poquito a su dirección

—¿Te acompaño a la escuela?–pregunto una vez que estuvo a tu lado

—uh... Si claro

El chico se dedicaba a hablar y hablar en cambio tú solo hablabas lo necesario para responder o simplemente soltabas ruiditos de afirmación, y así fue hasta que llegaron a la entrada de la escuela