Capítulo 4

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Terry esperaba su turno para descender del barco, las plataformas estaban llenas y en el muelle había un tumulto de gente que apenas y se podía caminar, buscaba con la mirada si alguien llevaba un cartel con su nombre ya que según le dijeron lo estarían esperando para llevarlo al hotel.

Cuando al fin piso suelo norteamericano aterrizo a su realidad, su vida en Londres tendría un receso, no sabía que le deparaba el destino mientras estuviera en ese país, lo cierto es que lo disfrutaría al máximo su estadía, el proyecto lo tenía muy entusiasmado.

«Los cambios siempre son buenos»

Terry al fin pudo ver a un chico que tenía un letrero con su nombre, suspiro aliviado, no quería verse en la necesidad de tomar un taxi y tener que preguntar por los lugares a donde tenía que ir, camino apresurado hasta dónde el chico.

̶ ¿Es usted el señor Terence Grandchester? ̶ cuestiono el adolescente. Terry asintió ̶ lo estábamos esperando, venga el auto esta por allá, sus pertenencias serán llevadas al hotel más tarde.

Terry camino junto al jovencito en dirección a un auto negro, cuando llegaron abordo el coche, volteo al muelle para dar un último vistazo al navío, sus ojos se abrieron como platos al ver que a unos metros de distancia se encontraba otro auto, donde ya hacían un grupo de jóvenes, entre ellos se encontraba Candy White, no pudo evitar mirarla, sintió un leve escalofrío.

«Deja de pensar en ella, no la volverás ver nunca más»

El auto arranco, alejándose del muelle y dejando a la señorita White solo como un recuerdo que pronto olvidaría en cuanto su mente comenzara a concentrarse en lo que verdaderamente lo había traído a América, la construcción del rascacielos más emblemático de Nueva York.

Terry sabía que no todo sería perfecto a su llegada, por un momento pensó que señor W.A.A lo recibiría personalmente para su sorpresa se encontró con la noticia de que era un empresario muy ocupado y que residía en la ciudad de Chicago, y que solo iba a la ciudad de Nueva York en ocasiones muy especiales que requirieran su presencia.

Tuvo que ser atendido por alguien que se había quedado a cargo, ya que algunos de los altos mandos de la empresa recién llegaban de un largo viaje y no se presentarían hasta el próximo lunes. Se sintió frustrado ya que había hecho un largo viaje como para que ahora no fuese atendido como era el protocolo.

«Que descortesía».

Terry no tuvo más remedio que poner su mejor cara, en realidad se encontraba molesto, el hombre de apellido Parker le mostro las instalaciones de la constructora, incluyendo el estudio de arquitectura, lugar donde Terry pasaría gran parte del tiempo y se dio cuenta que era un espacio que tendría que compartir con algún colega.

«Arq. C.W.A, ¡grandioso!, tendré compañía».

Refunfuño internamente al ver las letras que había en la placa de metal en la puerta. No es que no supiera trabajar en equipo, pero hubiera preferido estar solo, como en Londres, lo único que esperaba es que su compañero de estudio no se convirtiese en una molestia para él. Después de la breve reunión lo llevaron al hotel donde se hospedaría.

«Algunas de las oficinas se están remodelando, así que por ahora algunos de los directivos de la compañía se encuentran atendiendo sus asuntos desde la comodidad de sus casas». Terry recordó lo que le habían dicho.

̶ Que tipo tan pesado es ese tal Parker y bueno parece que hay todo un caos con eso de la remodelación, a buena hora acepte este proyecto. ̶ Se quejó.

Desde la ventana de su habitación miraba el bullicio de la gran ciudad, pensaba en que bebía encontrar un lugar donde vivir, y en cuanto más pronto mejor.

Pasión IndomableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora