—¡Está decidido! Infiltrate, no seas terca. Eres una Marine, tienes que actuar como tal _____, eres una inútil si no me obedeces.— Comento el hombre mientras se alejaba de la morena.
Mientras que ella se quedaba parada ahí, aguantando las lágrimas que amenazaban con caer... Apretó los puños y se fue hacia su camarote.
Habían pasado las horas, y se escuchó como el mismo hombre entraba a la habitación.
—Espero y ya tengas tus cosas listas ____, sabes que lo hacemos por el bien de la humanidad ese chico es peligroso. Mientras más lo conozcas y sepas sus puntos débiles mejor para nosotros.
La morena se levantó y miro a su padre con lágrimas.
—¡¿Y por qué si es tan peligroso no lo capturas ya?! Digo, eres fuerte y...—No termino la frase pues había recibido un golpe de su padre.
—Eres igual de ignorante que tú madre, por eso ella murió, y te va a ir igual si no me haces caso ____.—Dijo en tono alto mientras se acercaba más a la morena.
—¡Vete ya! Cumple tu misión como la Vicealmirante que eres.—La morena al ver que su padre ya se había enojado se alejo de ahí lo más rápido que pudo...
Antes de que pudiera irse por completo dijo algunas palabras que marcarían su vida de ahora en adelante.
—Nunca te consideraré mi padre.
Y sin más la morena salió de ahí. Tomo el barco más cercano a...
Alabasta.
