Capítulo 19
Conquístame
Brandon
¿Extrañarme? Ya ha pasado un año, no puede venir después de un año y decir que me extraño con esa sonrisa estúpida y tanto descaro. A saber que hizo durante todo un año, personas en su cama no faltaron, ¿extrañarme? Daban ganas de reírme en su cara, pero preferí volver a casa y dejarlo pasar.
Después de todo, yo no había sido un santo todo este tiempo, me tomé muy en serio lo de pasar página y sentía que ya lo tenía casi conseguido. A veces lo extrañaba, pero estaba decidido a qué yo jamás volvería a amar a Freddy. Me había sentido como algo reemplazable y sin importancia el tiempo que estuvimos juntos ¿Qué se creía ahora? Yo no era un objeto al que podía tomar y dejar las veces que quisiera.
Aprendí mucho con él, aprendí que las cosas claras no dejaban heridas. Me decepcioné del amor y las relaciones, no era algo que quería en este momento y aunque con él volviera a ser algo fugaz, ni siquiera lo intentaría. Hay más hombres en la tierra y todos hacen lo mismo.
Ahora es mi jefe ¡Maldición! Lo odiaba mucho por eso.
Debía acabar con esto pronto antes de que él acabará conmigo, su mirada me decía que eso es justo lo que planeaba hacer.
Me pasé la tarde estudiando el caso, si quería acabar con esto debía evitar un largo juicio. Mientras más pruebas mejor.
—Hola, hola —chillo Susan entrando al salón.
Mire el enorme ramo de flores que tenía en sus manos, era tan grande que cubría su cara por completo y parecía pesado para ella. Rosas rojas, me encantaban.
—¿Tienes un admirador? —seguí concentrado en los documentos.
Susan tenía muchos hombres detrás de ella, no era extraño que uno se tomará la tarea de conquistarla en serio.
Bufo —Claro que no, los mando a terapia en la primera noche y así no quieren saber nada de mí. Estas estaban en tu puerta.
¿Para mí?
La miré por encima de mis lentes —Podría ser del vecino.
Las dejo sobre la mesa —Tiene una tarjeta, dice churri… ¡Imbécil!
Se la arrebaté tan rápido que se dio un buen susto, ¿cómo había encontrado mi dirección? No creía posible que mi jefe se la diera, eso no formaba parte del trabajo.
—¡Tengo que ir al baño! —salí corriendo tan rápido como pude.
¡Qué vergüenza!
Me senté contra la puerta y con la mano temblorosa leí la tarjeta, era roja y las letras blancas. Se había esforzado mucho.
«Churri, te recordaré cada momento que tuvimos juntos, ¿aún te gustan las rosas? Un beso, tu caramelito»
Hice una mueca —Qué cursi.
Él no era así. Sentía las mejillas ardiendo, él fue la primera persona en regalarme una flor y esta también era la primera vez que alguien enviaba flores a mi casa, se sentía extraño. No estaba acostumbrado a recibir tanta atención, aunque supongo que Freddy siempre fue así, desde el primer momento fue detallista y siempre intentaba que me sintiera bien, pero ahora es diferente. Yo no quería nada de esto.
Arrugue la tarjeta y la tire en la basura antes de volver al salón.
—Tíralas por ahí, no las quiero —le pedí a Susan.
Ella hizo una mueca —Ese hombre acaba de cometer un genocidio con estas flores, al menos has que sus muertes sirvan de algo. Se verían lindas en el salón.
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Te estuve esperando L(G)TB
Любовные романыBrandon un hombre lo suficientemente atractivo e inteligente como para dejar a cualquier mujer boquiabierta, pero, ¿que sucede cuando ninguna mujer parece ser suficiente para el? Tiene una cosa clara, el excitó profesional, la buena apariencia y ami...