Un extraño.
1536 — Nueva España.
Correr por los manglares antes de que Huitzilopochtli tomara la delantera en la guerra contra Coyolxauhqui y el Sol hiciera acto de presencia, era sin duda su ritual favorito. Se estaba dando el tiempo justo para tener un momento a solas, antes de que Maya lo apresurara con las festividades del equinoccio primaveral. Sus pies rozaban la tierra húmeda al mismo tiempo que las yemas de sus dedos acariciaban las ramas en aires efímeros.
Además, su mente se encontraba exhausta, la noche anterior tuvo que vigilar el bosque que dividía las lágrimas del río, bajo el cobijo de la Luna de plata. Aunque, también estaba evitando pensar en la ofrenda más codiciada por sus dioses para compensar su pacto. Durante los primeros años, posteriores a su formación, el joven azteca logró encantar a los dioses con el jardín de crisantemos violetas que cultivó con esmero. Sin embargo, en diversas ocasiones, los mismos, sobre todo Xochipilli, le indicaban que ya era tiempo de ofrecer el tesoro que, en una promesa, adeudó con sus protectores.
Las orillas enraizadas sobre el agua conformaban su vista favorita, donde los primeros rayos de la mañana se reflejarían de manera similar a las líneas que crean las estrellas fugaces al desaparecer. Comenzó a juguetear el agua con sus pies, como si tuviera diez años de nuevo, en aquella época en la que Maya solía narrarle las antiguas historias de todo el legado de nahualas que residía en su memoria y en el corazón latente un pueblo.
Se detuvo encima de un árbol al tomar aire y contemplo un poco del cielo. Listo para continuar, flexionó sobre sus pies, hasta que avistó una figura extraña que le robó la atención, cerca de las orillas donde el Sol aparecía. No dudó en saltar al agua para ver de qué se trataba.
En cada movimiento con el que se aproximaba, su corazón lograba alcanzar pulsos casi inhumanos, su alma curiosa ardía dentro de él. Después de estar lo suficientemente cerca, las aguas cristalinas revelaron la piel pálida de un hombre inconsciente. Entonces se alertó.
Lo tomó entre sus brazos para subirlo a la superficie donde las raíces se encontraban más comprimidas y el espacio le permitiría saber con qué ser estaba tratando. Soltó un gran suspiro después de liberar a sus músculos de la tensión que forjo. En cambio, cualquier emoción negativa desvaneció al notar el rostro del hombre reposaba en su regazo.
Los enormes ojos verdes del joven azteca destellaron deshaciéndose en lágrimas de Luna, logrando un reflejo tricolor en el agua en conjunto con los primeros rayos solares.
El perfil del hombre era anguloso, pero tan perfecto que sostenía cierta delicadeza, sus pestañas eran rubias al igual que su cabello, desvaneciéndose en la palidez de su piel. La túnica blanca que lo cubría estaba mojada y sucia, de arriba para abajo. Seguramente, había sido víctima de un ataque, pues sus condiciones no hablaban del clásico extranjero que se aventuraba a sumergirse en el mítico bosque, ese que exterminaba a todo aquel que no contara con una fortaleza feroz.
Peor aún, que un extranjero se encontrara en esa parte de los manglares le escarbó un tormentoso miedo, mayor fue su preocupación al descubrir el rosario de plata que le colgaba en el cuello. Si quería tomarse el tiempo para debatir en sus adentros que tan peligroso resultaba aquel hombre, podría darse una idea no tan vaga.
Dejó de encandilarse al tomarle el pulso. El hombre continuaba respirando.
Y por primera vez, pudo experimentar esa cálida sensación, de la cual Xochiquétzal le describió con flores. Pero también, ese ardor placentero, uno que invocaba pensamientos que te encaminan al abismo que quema al principio y que te baña en oro al final.
Pensó en dejarlo morir, después de todo, era un completo desconocido. En cambio, alzó las cejas cuando su mente lo sesgó en un escalofrío. Tuvo una idea mejor, un plan que emergería de manera correcta si la serpiente emplumada se ponía de su lado.
Miró el nacimiento ferviente del amanecer, tendría que apurarse, o hasta el dios Sol se opondría a sus propios designios.
"Corre, corre, corre".
Hola amigos. Soy Marr y he regresado. Les quiero decir que está historia tendrá un proceso algo lento, y es que quería terminarla antes de publicar el prólogo. Pero he tomado una decisión más arriesgada gracias a los personajes.
Judas es para mí un cambio de paradigma. Publicaré capitulo cada 10 y 25 del mes, serán algo largos, así que no será una espera por lo mínimo.
Les dejo los primeros datos del protagonista. Me imagino que saben su nombre civil.
-—Marr 🌊
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JUDAS: El Traidor || RSMX
Mystery / ThrillerEn la devoción por creer y ansias de poder, olvidamos a los seres que nos protegen. Después de la conquista, la persecución de "brujas" fue iniciada por la corona española. Sin embargo, su erradicación fue falsamente exitosa. La vida de un enigmátic...