Barty Crouch ante el caos del mundo mágico huira con Regulus... utilizando una identidad falsa, y protegiendo al pequeño Malfoy de toda la maldad que sus padres lo quieren alejar... logrando obtener una familia.
Pero todo se desmoronará cuando su hi...
El gran día por fin llegó, todos vestían adecuados para la ocasión. La mansión estaba llena de alegría y aplausos, su padre tocaba el piano, reproduciendo una armoniosa música, su papá bailaba con Pansy al ritmo de la dulce melodía, Blaise y él aplaudían, era un recuerdo que jamás olvidarían. El pequeño elfo ingresaba dando cortos brincos de felicidad alrededor de los presentes con una fuente de galletas hechas por la misma Pansy.
Blaise sujetó entre sus manos dos pares de galletas, no podía negar que estaban deliciosas, pero tenían formas extrañas, no parecía nada a las figuras muggles a las que su amiga se había basado. Vio a Draco correr a suma prisa, como si de algo importante se tratara.
—Pans, querida amiga mía ¿Estas seguros que estos son conejos? — Blaise movía la galleta en distintos ángulos para encontrar la figura —esto parece más un dementor.
—¡¡Blaise!!
—Ve lo por el lado bueno— Pansy lo miraba —están deliciosas— murmuró comiéndolas.
La pelinegra tenía ganas de golpearlo, los adultos la intentaban animar, le habían dicho que para ser primera le había salido bien, y tenían razón. Hubo un tiempo que él quiso aprender a cocinar al estilo muggle, pero lo único que provoco fue un incendio y un dobby morado, desde esa vez tenía prohibido ingresar a la cocina, el mismo elfo le prohibió el ingreso y todo por un simple zumo de naranja.
Draco venía corriendo con una cámara muggle, por poco y se tropieza.
—Sostén las galletas Blaise— el moreno obedeció, empezó a posar con los dementores comestibles.
Modelo con ellos, caminaba como esas viejas brujas que iban a la fiesta del señor Nott. El pelirrubio iba tras el a cada momento, se sentía una celebridad, esperaba no opacar a los dementores comestibles, su belleza era inigualable. Jaló a Pansy con él, ya no sería uno, serían dos hermosuras opacando a las galletas. Los padres de su amigos eran los espectadores.
Corrió con Pansy hacia los Adultos, era momento de tomarse la foto grupal. Draco corrió programando la cámara, el pequeño objeto no dejaba de tomar fotos. Las primeras fotos salieron un Draco cayendo de cara a los pies de su padre y un Blaise siendo jaloneado por sus diminutos pelos, las segundas fotos estaba un dobby de cabeza encima de Pansy... la última fue la vencida, todos sonreían a la cámara, los tres niños se abrazaban.
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Era lo mismo de siempre, las mismas personas, las mismas decoraciones, o al menos eso creyó hasta hace minutos
Era lo mismo de siempre, las mismas personas, las mismas decoraciones, o al menos eso creyó hasta hace minutos. Su padre se digno a pasar esta vez con ellos, unidos como toda una familia, que idiotez. No podía ni con su propia familia y estaba ahora recogiendo gente de la calle como buen samaritano.
