Capítulo 25

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Yoongi podría morir así y moriría feliz, con Jimin montándolo de espaldas pudiendo apreciar como el precioso culo de su omega engullía todo su pene. Tenía ganas de sujetarlo y hundirse más en él, hundirse en su cuerpo hasta perder la conciencia pero Jimin había atado sus manos a la cama y estaba siendo una completa tortura. Lo único que se escuchaban en la habitación eran las pieles chocar y los gemidos de ambos.

Solo hizo falta que Jimin se masturbara para llegar a ese éxtasis que tanto le gustaba. Todavía con la respiración alterada y sus músculos doloridos siguió saltando sobre Yoongi hasta que escuchó al alfa maldecir entre dientes y llenarlo, fue el momento para que se detuviera. El nudo ya no dolía tanto, pero dolía.

—Eres insaciable —se quejó Yoongi. —Tu celo acabó hace dos días —dijo tratando de normalizar su respiración. Jimin se limitó a sonreírle mirándolo sobre su hombro, no quería moverse más de lo que tenía permitido.

—No es como si te molestara —replicó. —Tampoco te escucho quejarte en ningún momento previo.

—Te aprovechas de mi necesidad de complacerte como a un príncipe —dijo ya más calmado.

—Oh cariño, soy tu Dios aquí. Tu amor es la ofrenda que me haces —tiró su cabello rosado hacia atrás pasando su mano sobre él. —No es como si te negaras tampoco.

Yoongi solo pudo apreciarlo, Jimin era digno de ser admirado. La piel sudorosa y brillante, sus hombros anchos a comparación de su pequeña cintura y sus brazos, sus musculosas piernas a ambos lados de sus muslos. No olvidemos su perfil sonriente, sus labios carnosos hinchados y rosados, su nariz respingona, sus mejillas coloradas y sus ojos avellanas tan brillantes y hermosos.

—Si tú no eres Dios —habló el alfa apreciando el cuerpo de su omega. —Me considero ateo —terminó ganándose una enorme sonrisa coqueta.

Jimin salió sobre él una vez que el nudo se deshizo. El Omega se recostó exhausto en la cama junto a él boca abajo, no sin antes desatar a su pareja. Jimin sintió cómo el lado izquierdo donde estaba el cálido cuerpo de Yoongi se volvía frío y volteó a verlo, se había levantado. Escuchó el ruido de los pies descalzos irse y cerró los ojos, moría de sueño y su cuerpo necesitaba descansar. Volvió en sí cuando sintió una tela tibia entre sus muslos, Yoongi había vuelto y lo estaba limpiando. Sonrió y volvió a cerrar los ojos dejándose hacer, el alfa pasó cuidadosamente una toalla húmeda en agua caliente sobre el cuerpo ajeno.

—Voy a pasarte una crema que me recomendó Taehyung para el dolor muscular —Jimin se quejó entre dientes por la crema fría pero después de un tiempo con las manos cálidas de Yoongi dejó de incomodar.

Una vez que terminó con el cuidado de su pareja, Yoongi volvió y dejó las cosas en su respectivo lugar dentro del baño. Volvió a la habitación y se encontró con el peli rosa envuelto en sábanas.

—Deberías dormir —comentó adentrándose en la cama.

—Te estaba esperando —murmuró el Omega estirando uno de sus brazos al alfa.

El móvil de Jimin comenzó a sonar sobre la mesa de luz, Yoongi se sentó en la cama y se lo alcanzó.

—¿Diga? —cuestionó Jimin medio dormido, escuchaba atentamente lo que la persona al otro lado de la línea decía.

Yoongi se sorprendió cuando los ojos de Jimin se abrieron y sintió miedo, preocupación además de pánico como si fueran propios pero eran pertenecientes a Jimin, el lazo.

—Es Ravn —comentó el peli rosa levantándose de la cama de un salto. Maldijo por lo bajo, le dolía el cuerpo. —Está agresivo, no es como los demás episodios. Nadie sabe lo que le pasa.

Mi jefe omega - YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora