Al día siguiente, Bell se encontraba de nuevo en su taller, perfeccionando una espada. La conversación con Tiona seguía resonando en su mente. Se sorprendió al darse cuenta de lo mucho que disfrutaba compartir su conocimiento sobre armas con otros aventureros. Decidió que, además de mejorar sus habilidades en la forja, también quería aprender más sobre los aventureros y sus necesidades en el Calabozo.
Mientras trabajaba, una figura familiar apareció en la puerta del taller. Era Tiona, con su espada en la mano y una expresión decidida en el rostro.
—¡Hola, Bell! —dijo, entrando con entusiasmo—. Tomé tu consejo y traje mi espada para que la revises.
Bell sonrió, dejando a un lado su trabajo actual.
—Me alegra verte, Tiona. Vamos a ver qué podemos hacer con tu espada.
Tomó la espada de Tiona y la examinó detenidamente. Las muescas y el desgaste eran evidentes, pero también notó la calidad del arma. Era una espada que había visto muchas batallas y aún conservaba su fuerza.
—Es una buena espada, pero necesita un mantenimiento serio —dijo Bell, señalando las áreas dañadas—. ¿Te gustaría quedarte y ver cómo la arreglo?
Tiona asintió con entusiasmo.
—¡Claro! Me encantaría ver cómo trabajas.
Bell se puso manos a la obra, explicando cada paso del proceso a Tiona. Mientras trabajaba, se dieron cuenta de que compartían muchas historias y experiencias. Bell le habló de su entrenamiento y su vida en el taller, y Tiona compartió anécdotas de sus aventuras con la Familia Loki.
—Siempre he admirado a los herreros —dijo Tiona, observando cómo Bell pulía la hoja—. Nunca imaginé que sería tan complicado.
—Es un trabajo que requiere paciencia y dedicación —respondió Bell, concentrado en su tarea—. Pero es muy gratificante ver el resultado final y saber que has creado algo que ayudará a alguien en la batalla.
Mientras pasaban las horas, Bell y Tiona se dieron cuenta de que habían formado un vínculo inesperado. Compartían una pasión por las armas y la aventura, y disfrutaban de la compañía mutua. Al final del día, la espada de Tiona estaba como nueva, lista para enfrentar cualquier desafío.
—¡Es increíble, Bell! —exclamó Tiona, sosteniendo la espada y haciendo algunos movimientos de prueba—. Se siente como una espada completamente nueva.
Bell sonrió, satisfecho con su trabajo.
—Me alegra que te guste. Solo recuerda darle mantenimiento regularmente para que siempre esté en buen estado.
Tiona asintió, agradecida.
—Lo haré. Gracias, Bell. Eres un gran herrero.
—Gracias, Tiona. Y tú eres una gran aventurera. Espero que podamos trabajar juntos más a menudo.
—Definitivamente —respondió Tiona, sonriendo—. ¿Qué te parece si te unes a nosotros en una expedición al Calabozo? Podrías aprender mucho sobre las necesidades de los aventureros y también mejorar tus habilidades de combate.
La idea intrigó a Bell. Sabía que enfrentarse al Calabozo junto a aventureros experimentados como los de la Familia Loki sería una oportunidad invaluable para crecer tanto como herrero como aventurero.
—Me encantaría —respondió, decidido—. Será una gran oportunidad para aprender y mejorar.
Tiona asintió, entusiasmada.
—Perfecto. Hablaremos con Finn y prepararemos una expedición. ¡Va a ser genial!
Bell observó a Tiona salir del taller con su espada renovada, sintiendo una nueva chispa de emoción y propósito. Sabía que este era solo el comienzo de su viaje para convertirse en el mejor herrero y aventurero que podía ser. Y con amigos como Tiona a su lado, estaba seguro de que nada lo detendría.
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Esta Mal Ser Un Herrero En Una Mazmorra
FanfictionUn conejo, debe de haber quedado y ser cuidado por Zeus, este se la dará a su hija Hefestos, que lo cuidara como uno de sus hijos, para que este sea un gran héroe como el sueño que siempre quiso