Cap.32

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El amanecer trajo consigo una bruma ligera que envolvía el castillo en un manto de misterio. Los primeros rayos del sol se filtraban a través de las ventanas, bañando los pasillos en una cálida luz dorada. Louis se despertó temprano, como solía hacerlo, y se dirigió al balcón de su habitación para contemplar el paisaje. El jardín se extendía ante él, con flores que comenzaban a abrirse, saludando al nuevo día. Respiró profundamente, dejando que el aire fresco llenara sus pulmones, buscando claridad en sus pensamientos.

La conversación con Henry había sido un punto de inflexión. Sabía que ya no podía ignorar la creciente tensión entre él y Harry. Necesitaban tomar una decisión, y hoy, más que nunca, sentía que debía ser el día para enfrentar la realidad.

Después de vestirse, Louis bajó a la cocina, donde el aroma del café recién hecho llenaba el aire. Encontró a Harry sentado en la mesa, sosteniendo una taza, con la mirada perdida en la distancia. El silencio entre ellos era palpable, una barrera invisible que ambos querían romper pero no sabían cómo.

—Buenos días —dijo Louis, tomando asiento frente a Harry.

Harry levantó la vista, esbozando una débil sonrisa.

—Buenos días —respondió, su voz apenas audible.

Louis tomó un sorbo de su café, dejando que el calor del líquido le diera fuerzas para lo que estaba por venir.

—Harry, necesitamos hablar. No podemos seguir ignorando lo que está pasando entre nosotros —dijo Louis, su tono firme pero suave.

Harry asintió lentamente, dejando su taza en la mesa.

—Lo sé. Yo... también he estado pensando mucho en esto —admitió, su voz quebrada por la emoción contenida.

Louis respiró hondo, preparándose para abrir su corazón.

—Quiero que sepas que te amo, Harry. Siempre te he amado, pero esta situación nos está destruyendo. No podemos seguir así, con esta desconfianza y estos celos que nos están consumiendo —dijo, mirando a Harry a los ojos.

Harry bajó la cabeza, sus hombros hundiéndose bajo el peso de sus sentimientos.

—Siento tanto haberte hecho sentir así. No quiero perderte, Louis. No sé cómo llegamos a este punto, pero estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para arreglarlo —dijo Harry, su voz llena de desesperación.

Louis sintió un nudo en la garganta, viendo el dolor en los ojos de su esposo.

—No podemos hacerlo solos. Necesitamos ayuda, alguien que nos guíe y nos ayude a reconstruir lo que hemos perdido. ¿Estarías dispuesto a ir a terapia de pareja? —preguntó Louis, con esperanza en su voz.

Harry levantó la mirada, encontrando los ojos de Louis con una determinación renovada.

—Sí, estoy dispuesto. Haré lo que sea necesario para salvar nuestro matrimonio —respondió, tomando la mano de Louis.

Louis apretó la mano de Harry, sintiendo un destello de esperanza en su corazón.

—Entonces, vamos a hacerlo. Vamos a luchar por nosotros, por nuestra familia —dijo Louis, su voz firme y llena de resolución.

Mientras se sentaban allí, en la tranquilidad de la mañana, ambos sabían que el camino no sería fácil. Pero por primera vez en mucho tiempo, sentían que estaban en el mismo equipo, dispuestos a enfrentar sus demonios juntos. El primer paso hacia la reconciliación había sido dado, y aunque el futuro era incierto, estaban decididos a caminarlo juntos, mano a mano.


......


Luego de la primera sesión con el terapeuta de parejas, Louis y Harry regresaron al castillo con un peso menos en sus corazones. Sentados juntos en el acogedor salón de su hogar, aprovecharon la tranquilidad del momento para hablar con sinceridad.

The song of the moonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora