Just Like A Movie | WinRina & Hyunlix

XVII

Karina

Varias cosas me pillaron por sorpresa. Que hubieran salido nuestros nombres me pareció demasiada casualidad. Que Minjeong fuera tan atrevida fue otro shock.

¿Era cosa mía o me había invitado a besarla? Repetir lo que yo acababa de decir hacía un momento me pareció una propuesta clara para que me dejase llevar.

Me incitó y yo no me negué.

Mentiría si dijera que me controlé y le di un simple beso. Pero tenía muchas ganas y tomé sus labios entre los míos con hambre. Ella respondió de la misma forma.

No significa nada, Yu Jimin. Disfrútalo y a otra cosa.

Pero para no significar nada me hizo vibrar como ningunos labios lo habían hecho. Eran suaves y sentirlos sobre los míos fue una sensación mareante. Ella había dicho que lo que importaba era el contexto. Pues bien, el contexto en ese momento a mí me importaba una mierda. Solo podía centrarme en saborear lo que estaba sucediendo. Sentí sus manos en mi cuello y su tacto incrementó mi disfrute. Estaba siendo un muy buen beso y no quería parar, pero justo recordé que había gente mirándonos cuando casi utilizo mi lengua para profundizar más en aquello.

Mierda, contrólate.

Me separé haciendo que ella se quedase un tanto inclinada, como si no hubiera querido cortar nuestro contacto al igual que yo.

Nos miramos a los ojos.

Ahora tocaba ignorar cualquier tipo de cosa que fuera lo que me estaba sucediendo y hacer como si nada.

Vamos Jimin, tú puedes. Di algo que rompa el hielo.

—Taeyong—la mejor manera de no ponerme en evidencia era ignorar a la chica que me estaba causando todas estas dudas e inseguridades—, déjame sacar a la última pareja de la noche y vayámonos a dormir. De lo contrario mañana vamos a estar agotados.

Salió mi vena más responsable, por algo era delegada.

—Está bien, quiero que mi sirvienta esté al cien por cien mañana. Te espera un día duro Yu Karina—el muchacho se acercó con la bolsa y percibí que Minjeong volvía a sentarse al lado de Anton.

Saqué los nombres de dos chicos más y aunque creí que sería la última mis compañeros decidieron sacar otros dos nombres más y después terminó el juego.

—Ha sido un placer compartir tiempo con vosotros, pero ahora abandonad mi santuario—Taeyong se tiró en su cama una vez dicho esto y todos comenzamos a salir en silencio.

—Podemos esperar aquí unos segundos para evitar hacer ruido por los pasillos, somos muchos—propuso Jinnie.

—Sí, es una buena idea—dije.

Félix se restregó los ojos, parecía que tenía sueño. Pero se le abrieron de repente al ver algo que ocurría detrás mía.

—No me lo puedo creer—susurró el mejor amigo de Minjeong.

Me giré para ver una escena que hizo que algo dentro de mi se rompiera. La chica a la que acababa de besar ya había reemplazado mis labios por los de la maldita tortuga ninja.

Tragué saliva para aliviar el nudo que se me acababa de formar en la garganta.

Tenía que procurar que mi dignidad siguiera intacta.

—Menuda noche está teniendo Kim Minjeong—intenté bromear, pero a leguas se notaba el amargor en mi voz.

—La va a engullir—comentó Hyunjin.

Yo parecía una tonta masoquista y no apartaba mis ojos de ellos. Pude apreciar cómo ella se separó, pues si no él no se apartaría nunca.

Se gustaban, mis sospechas eran ciertas.