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Karina

—¿Estáis preparados para mover las piernas?—preguntó Wonbin.

—¡Que emoción!—a Ningning, que ya de por sí siempre se la veía alegre, hoy se la notaba eufórica.

Nos habíamos reunido con los primos en un lugar cercano a la plaza, pero más a las afueras del pueblo, ya que lo que íbamos a hacer era subir por la frondosa colina hasta llegar a uno de mis lugares favoritos del mundo.

—Estamos listos—respondí en nombre de todos.

—¡Pues vamos! ¿Quieres liderar la marcha conmigo, Karina?

Oh no, ya empezaba mi tortura, pero también mi diversión.

Minjeong celosa es la Minjeong más adorable del mundo. Se le empiezan a tornar las mejillas de color rosa fuerte y pone sus caras de asco que tanta gracia me hacen.

—No recuerdo demasiado bien el camino, me mantendré por detrás—contesté y miré a la chica que cada día me gustaba más.

Su cara era un poema. Nadie podía negar que Wonbin no le caía bien.

Frente a nosotros se distinguía una pequeña vereda escondida en la vegetación. Ahí empezaría nuestro camino, todo cuesta arriba. Al principio comenzamos la subida en fila, con Wonbin al frente, seguido por los chicos, después Minjeong y yo, y cerrando la marcha estaba Ningning que no paraba de hablar y cantar una canción muy pegadiza que repetía todo el rato "¡su su su supernova!".

—Cuidado aquí, hay un pequeño salto—escuchamos decir a Wonbin.

El fue ayudando a cruzar el hueco en el suelo situándose al otro lado y dando la mano a los que saltaban. Las manos de Minjeong y Wonbin se entrelazaron para que ella saltase sin problema.

—Gracias, puedes seguir, ya ayudo yo a las demás—Minjeong extendió su mano para sujetar la mía.

El chico, con cara de decepción, volvió al primer puesto de la fila.

—¿A quién llamabas tóxica?—le pregunté al aterrizar a su lado.

—Cállate—me respondió cerca de mi cara.

—Disculpadme...¿me ayudáis?

Ningning seguía parada al otro lado. Por unos segundos se me había olvidado que venía detrás.

—Claro, perdona—ahora la ayudé yo a ella.

Cuando saltó a mi lado me miró como quien sospecha algo, pero el camino continuó su ritmo normal.

—Se me va a salir un pulmón—Minjeong se quejaba mientras trataba de seguir a los demás con sus piernecitas cortas.

Como iba delante y el camino era empinado su trasero se movía casi frente a mi cara. Ya que se había convertido en costumbre su tacto bajo mis manos, posé las dos palmas sobre su short y la empujé desde abajo. Al sentirlo comenzó a reír.

—¡Oyeeee! Pervertida—me acusó en broma.

—Te estoy ayudando—me excusé inocentemente.

Por fin terminamos la subida y ya solo nos quedaban unos quince minutos de trayecto por un sendero mucho más ancho y llano. Los tres chicos iban delante y nosotras detrás. Ningning se colocó entre Minjeong y yo.

—¿Por qué Karina nunca nos había hablado de ti? Parece que sois muy buenas amigas—la menor en edad, pero nada inocente ya empezaba a investigar más de la cuenta.

Ningning siempre había sido muy perspicaz y madura para su edad.

—Nos conocimos hace poco. Al igual que con Félix—expliqué—. Al ser de un curso inferior al mío no habíamos tenido oprtunidad de hablar.

Just Like A Movie | WinRina & HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora