XXXII

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Minjeong

—¿Bro?

—¡Mis salvadoras!

El hermano de Jake cruzó la puerta para abrazarnos con demasiado cariño para conocernos de tan solo una noche.

—¿Aún te acuerdas de nosotras? Creí que no lo harías por el estado deplorable en el que te encontrabas—habló Karina apretujada contra su costado.

Nos soltó.

—Por desgracia no soy de los que tiene lagunas. Y digo por desgracia porque preferiría no acordarme de varias cosas que pasaron esa noche.

—¿Como la caída en tu propio vómito?—pregunté riéndome.

—Eso y mi bonita ropa interior—nos siguió la broma él.

—¿Hoy llevas a Patricio?—Karina alzó las cejas.

—No, hoy toca Spiderman, mirad—bajó un poco la cintura de su jean para mostrar un pedazo de su calzón rojo y azul.

Los tres reímos con ganas, desde aquella noche parecía que teníamos una confianza de verdaderos bros.

—¿Por qué entras al baño de chicas? Hasta donde yo sé tú no eres una—cuestionó Karina con una mirada juzgante.

—Porque hay un pringado vomitando en nuestro váter.

—Bro, te conocimos vomitando, no insultes al pobre chico—defendí a Anton.

—Claro, yo también era un pringado, no me excluyo—se rio él.

—Minjeong no defiendas a la tortuga, él se lo ha buscado—alguien estaba celosa.

—Bueno, ha sido un placer volver a veros, luego os buscaré para bailar un rato. Ahora, con vuestro permiso, necesito evacuar—dijo el bro—. Por cierto, vaya labios lleváis...y no lo digo en plan pervertido, lo digo en plan parece que os habéis estado besando con cualq...—hizo una pausa para observarnos mejor y abrió mucho los ojos—¡Pero bueno! Yo sabía, yo sabía.

El chico sonreía y nos señalaba con su dedo.

—¿Qué sabías?—cuestionó Karina como si no supiera de lo que hablaba.

—Chicas—colocó sus manos en nuestros hombros, una en el de Karina y otra en el mío—, me alegro de que hayáis roto la tensión.

Le íbamos a dejar pasar para marcharnos de una vez de allí, pero un chico entró corriendo y enfadado delante de él, apartándolo bruscamente de la puerta y hablando sin ni siquiera reparar en nuestra presencia.

—Dejad paso, un imbécil está vomitando todo el baño de hombres como si fuera una fuente.

Esa voz.

Esa presencia.

Si no esperaba encontrarme al Bro, mucho menos esperaba coincidir con mi ex novio.

Jay seguía igual que siempre.

—Oh—por fin se dio cuenta de que estábamos allí.

—Vámonos ahora mismo—Karina tiró de mí.

Al salir chocamos con Jay y con nuestro Bro, pero pudimos escapar y meternos en la fiesta entre la multitud de gente borracha y sudorosa.

Karina se giró para decirme algo, pero fuimos alcanzadas por unos eufóricos Félix y Hyunjin. Venían brillantes, cubiertos por pintura de colores neón y traían en sus manos la que en unos segundos acabaría sobre nosotras.

Lo bueno de aquello es que a Karina le quedaba genial. Parecía una modelo y yo no podía dejar de verla reír y bailar brillando en la oscuridad.

Fuimos a servirnos una copa y seguimos la fiesta sin que nadie nos molestara.

Just Like A Movie | WinRina & HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora