El Festival Muerto de Awa Odori

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¿Por qué la vida es tan trágica?
¿Por qué hace a algunos tan desafortunados?
Las luces danzaban folclóricas en el cielo del medio agosto.
¡Bella! ¡Hermosa dama! Pero que suerte tan miserable...
Si bien es cierto, y según grandes historiadores, somos nosotros, la raza humana, la peor tragedia de este universo; pero también cabe de más decir que nuestra naturaleza de seres inmorales es culpable de principio a fin. Cuando descubrimos algo nuevo, nada ni nadie nos prepara para reaccionar ante eso, nos hipnotiza, nos absorbe. Los impulsos humanos trabajan de la misma manera, no estamos seguros de hacer algo hasta que ya lo hicimos.
Esa pobre bella dama, detrás de las multitudes, ignoraba aquello que hipnotizaba, como si no se encontrara ahí, como si no existiera; por consiguiente, el destino-universo la ignoró de la misma manera, como si no estuviera ahí, como si no existiera. En ese preciso instante, donde el universo no está protegiendo a esa bella dama, y a otro hombre, miseria del todo, olvidado hace años, guiándose por sus incoherentes instintos de «ser vivo que es la cúspide del reino animal, digno de admiración» se topa con la bella dama; el también aprendió a ignorar lo desconocido y lo extraño, y usted, mi fiel lector, puede pensar lo que sea de los dos, pero ellos nunca van a ser lo que se espera.

En ese momento, cuando nos creemos más poderosos que nuestro motivo de existencia, otra persona mas poderosa que nosotros nos cega.
De repente, la bella dama dejó de ver las luces, las tarimas, dejó de sentir, aunque indiferente, los vientos del festival de Awa Odori.
Aquel hombre ignoró todo aquello, fue tras su presa, y la bella anónima se despidió al fin de el mundo que la había soportado, y todo eso, de manera involuntaria.
En un instante, ese hombre, poseído durante segundos por la mezcla de sus salvajes instintos y la arrogancia del destino-universo le selló la boca a la dama con sus manos, tan suaves y a la vez tan fuertes... Las mismas con las que calló al muerto festival de Awa Odori, aquella noche del 15 de agosto del 201...

Ilusionistas EngañadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora