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—Tienes todo listo, no quiero perdidas, tampoco me gusta que estén detrás de mis bolas, solo gruñéndome cuando les da la mierda de hacerlo —espeto Raham.

—Está todo listo, contrate a una chica de paso, de esas que no les interesa lo que miran solo recibe su pago y se larga —aseguró el tipo con una sonrisa que el mismo Raham se asqueo.

—Desde hace cuánto no te lavas el hocico—inquirió acción que el hombre cubrió su boca.

El oscuro se acercó, lo recorrió y noto como su corbata esta desarreglado, así que se tomó el atrevimiento de acomodársela, que el mismo hombre tembló como el aprontaba con fuerza el nudo sin dejarlo respirar.

—Espero que por tu bien lo este, es una pena, que de aniversario tu mujer reciba tu féretro, me explico —el solo asintió regresando el aire a sus pulmones —Dime porque te contrate hace dos años, espero no irme a lo seguro porque eres un lame bolas.

—Para nada señor, confié, nunca pongo gente en el piso exclusivo, la mujer no será un problema, será una ciega total, pierde más ella que la casa.

—¿Un ilegal? Dime ¡En que mierda estabas pensando! Aunque le demos de tragar a la policía siempre quiere una gran tajada, Marco indicó que desea que nadie extraño estuviera ahí.

—La chica de la limpieza de siempre, recuerde que hubo un pequeño problema, uno de los... De los suyos le rompió el cuello, y ...

—Ya, suficiente.

—Lo siento señor, todo quedo como un accidente ya sabes una adicta—comento el hombre recordando el cuerpo de la chica y como otro de los dueños salió del cuarto como si nada, tuvo que hacerla pasar por una adicta que se le paso quedando en la calle.

—Ahora retirarte —demando acomodándose el saco. —Si todo sale mal, serás tú a quien le atraviese la bala en la frente, y créeme serás borrado.

Se froto la frente, estaba demasiado estresado, solo haría unos trabajos y luego se largaría hacer sus propios asuntos, lo único que lo detenía era la estúpida promesa que le hizo a su padre.

Y un oscuro siempre cumple sus jodidas promesas.

Después de todo, quien quiere ser un malagradecido, no cuando tiene que intentar no ser como su hermano, y hablando de él, nota como entra con su sonrisa estúpida. No dice nada solo lo sigue con la mirada hasta verlo sentar sin ser invitado.

—Estoy por irme —comento avanzando hacia la salida. —No tiempo para discursos, sermones o que te cubra en algo.

—Pese que te agradaría verme—sonrió esplendido.

—Siempre tan equivocado, no siempre todo ronda a tu lado y a tu favor.

—Sabes cuándo me amargaron en esa cena que sería el hermanito mayor sabía que sería un grano en el maldito culo, jamás me equivoque.

—Debió dolerte saber que sería más guapo que tú.

—Pensé que podíamos tener una plática de hermanos, ya sabes mayor y menor. —Raham solo sonrió quedándose a mitad de la salida. —Tan cobarde y siempre doble cara cuando te conviene, se lo que eres, y los demás, pero hasta cuando vas a ser el pequeño de mama.

—Madre que envidias todas las malditas noches, sabes algo Muriel, podrás ser lo que te de la puta gana, reírte y ver el mundo arder, pero muy dentro de tu profunda soledad claro soledad que te refugias en las faldas de tu mujer—la mirada del oscuro se volvió negra—Veo toque una fibra delicada, Aiko, tan hermosa como una flor.

—Cuida tus palabras, llevas mi sangre eso no quita que te hare mierda en este piso.

—Tal vez estas pidiendo estilo y no aguantas nada. —burlo de una manera que sabía cómo sacarlo—Cuidado no es tu terreno aquí, no me meto en el tuyo, son las reglas no lo olvides, mucho menos ahora que no estás solo, estas rodeado de oscuros, claro ser hijo directo de nuestro padre te dio estilo, pero no olvides que también soy su hijo, una pena y una desgracia para ti.

Clan loboWhere stories live. Discover now