Mi Excepción | KookTae

CAPÍTULO 1

Con cada paso que daba, sus pies se sentían más pesados. El aburrimiento, angustia y enojo, mezclados en el aire. Nadie emitía ni siquiera un sonido; quizá, ya se habían dicho demasiado.

Se suponía que el día estaría destinado a relajarse, más sin embargo, resultó todo lo opuesto. Hasta los más insignificantes detalles, les estaban saliendo mal. Comenzando por el dinero olvidado de Hyunjin, seguido de la mochila extraviada de Eunwoo, y terminando de la peor forma; por el taxi averiado que no podría recogerles.

Todos estaban molestos entre sí, mientras recorrían el extenso camino que los llevaría hacia la carretera. El sudor de sus cuerpos aumentaba con los rayos del sol de atardecer, pero la frustración, la soltaban en suspiros acompañados de brisa placentera.

A Taehyung siempre le agrado la naturaleza, le transmitía paz y tranquilidad refrescante. Era como estar en su habitación viendo alguna película o pegado en su celular, la comparación de ambas era que a pesar de ser muy diferentes, compartían una misma emoción; le traían felicidad.

Lo que hacía más abrumador que, ahora, encontrándose en su tipo de lugar favorito; no pudiera apreciar de las vistas adecuadamente. Es que se sentía tan cansado, deseando descansar en el pasto; abajo de la sombra de ese árbol de grandes dimensiones, al que miraban a la lejanía.

- Si tenemos suerte - dijo Hyunjin, rompiendo el silencio -, encontraremos a alguien que quiera llevarnos. En la carretera deben pasar muchos autos.

- ¿Y cuánto falta para eso? ¿Qué, dos horas? - ironizó Isnie, resoplando -. Y todo por culpa de Eunwoo.

- Según tú, yo soy el culpable ¿No? ¿Crees que yo le ordené al maldito taxi que se estropeará? - Preguntó frustrado -. De haber sido así, jamás lo hubiese contratado - aclaró en un tono más bajo.

- Para empezar, está fue tu idea " Chicos, ¿No se sienten presionados y agobiados por los exámenes de esta semana? Conozco cristalinas aguas minerales que acabarán con el estrés que cargan en sus hombros" Nos aseguraste relajación, sí. ¿Quieres saber que tengo ahora, Eunwoo? Tengo una puta resaca incesante y mil picaduras de mosquitos por todas partes, sin contar que ya no nos queda comida y tenemos muy poco agua, claro.

- Tienes razón, pero yo no te obligué a venir aquí Is, tu decidiste acompañarnos por tu cuenta.

- ¡Porque me lavaste el cerebro hijo de p-!

- No te atrevas a insul-

- ¿Quieren cerrar la boca? - exigió Taehyung, en un elevado tono.

Después de haber dicho esas cuatro sencillas palabras, todos los ojos fueron a parar a el. El silencio y las miradas amenazantes que le estaban brindando; solo podían tener dos significados. Uno era que comenzará a disculparse por tan solo respirar oxígeno y el otro, era que muy incierta mente continuara
su punto.

Así que, inhalando con pesadez, prosiguió - es cierto que este día ha sido una total y desagradable mierda, Eunwoo, muy diferente de lo que tú dijiste. Pero... No es culpa tuya - ahora viendo a la chica, dijo - Isnie, entiendo que te sientas frustrada y por ello, quieras culpar a alguien más de lo que no solo a ti te está pasando; si no a nosotros también. Te pido de la manera más pacífica posible que, levantes tu inexistente trasero de esa roca, y nos acompañes, que por si no lo han notado, se avecina una tormenta.

Aquello siendo totalmente cierto, ya que, un estruendoso relámpago confirmó en ese momento, la veracidad de sus palabras. Instantáneamente, la desesperación colectiva se hizo presente. Isnie se levantó de su improvisado asiento, como si estuviese encima de una numerosa pandilla de hormigas asesinas. Todos empezaron a correr, con destino, al árbol antes visto antes visto por Taehyung.