-¿Qué es eso tan importante que querías decirme...? -habló Shikadai rascándose la nuca, hoy en la mañana Inojin le había mandado a decir con Mitsuki que quería verlo aquí, en este parque, Shikadai aunque estaba intrigado, también estaba algo molesto, Mitsuki se había colado a su habitación de madrugada para darle el recado; lo cual lo había despertado y aún tenía sueño.
Inojin tan solo suspiró con pesadez al escuchar hablar a su mejor amigo. Desde que se conocían; ellos habían sido muy buenos amigos. Pero anoche, anoche su padre le dió la terrible noticia; lo habían comprometido con el hijo de una familia noble.
Inojin era un Omega que justamente estaba entrando a la adolescencia, y en esta ciudad, eso ya significaba matrimonio, a su familia no le iba muy bien en la florería que digamos, y menos con su competencia. Y su padre, el pintor; tampoco había tenido mucho trabajo estos meses. La cantidad de comida se había reducido a casi nada. Ellos estaban hambrientos y desesperados. Inojin era su única opción..
El Omega se giró a verlo, por años había sentido atracción por ese sujeto, su padre y el padre de Shikadai eran muy unidos; pero, desgraciadamente el padre de Shikadai no estaría dispuesto a dar una fuerte suma de dinero por él; sin importar que su cuñado fuera una de las personas más ricas e importantes del país.
-Vamos, habla ya... -insistió el alfa algo irritado ¿Por qué Inojin no le pidió reunirse en su casa a como habían acostumbrado? Si no aquí, y tan temprano. Las personas apenas comenzaban a salir a sus trabajos -. ¿Por qué tanto misterio? Me muero de hambre... ¿Quieres ir a una cafetería? También siento algo de frío... -se abrazó a si mismo, su abrigo no era lo suficientemente grueso como para cubrirlo.
-Me voy ha casar...-habló Inojin para después sentarse en una de las bancas de madera del parque. Shikadai abrió los ojos como platos ¿Qué había dicho Inojin? ¿Casarse? Aunque claro, tomando en cuenta que su madre se casó a los 15 años con su padre; no le extrañaba. Inojin parecía abatido, porque a decir verdad, no quería casarse con un sujeto de alta cuna, aunque su familia también tenía prestigio; ya no tanto y su riqueza era poco -. En un rato me voy a reunir con "mi novio" -de solo pronunciar esas palabras le daban ganas de llorar, aún no conocía a su prometido, pero ante la sociedad sus familias ya los habían declarado pareja.
-Inojin, no estoy para juegos... -bufó ¿Cómo que se iba a casar así? ¿Tan pronto? -. Deja de jugar, aún no has cumplido los 15 años... y... -la expresión de Inojin hizo que cerrara la boca. El Omega lo veía con angustia y tristeza, no estaba jugando, hablaba en serio-. ¿De verdad? -ahora su tono cambió a uno de preocupación. El alfa se sentó junto al Omega -. Wow, yo... no... no sé que decir -añadió en un tono triste, hace unos días, Inojin y él; se reunían en sus casas para pintar ó leer, incluso charlar, pero ahora, le salía con qué se casaría y tendría hijos y todas esas cosas -. ¿Felicidades...? -a decir verdad, no veía a Inojin casándose tan pronto, pero sabía que pasaría algún día..
-¿Felicidades? ¡¿Eso es lo único que vas a decirme?! -habló de mala gana y con un quebrante tono de voz, no quería casarse con alguien a quien él no conocía, pero debía hacerlo. El Omega se paró enfrente de él y le arrugó la frente -. No quiero casarme Shikadai... y menos con él. Si he de casarme... quiero que sea contigo... -confesó, dejando bastante perplejo al alfa.
Shikadai bufó. Aunque también sentía un par de cosas por Inojin, sin mencionar que le atraía demasiado su físico, no podía hacer nada al respecto. Sus padres aún no pensaban que él estuviera listo para un matrimonio.
-¿Y qué quieres que haga...? ¿Eh? Mi padre no aceptaría nuestra unión, no hasta que yo demuestre ser alguien digno de formar una familia... pero mírame, apenas soy un estudiante... y tú... -vió a Inojin -. Eres un año menor que yo... papá diría que aún no estás listo para ser madre. Y a decir verdad, me sorprende que tu padre haya aceptado eso, Inojin... aún no has tenido tu primer celo... aún no estás apto para... ya sabes -anunció con pesadez. Inojin gruñó ¿Por qué Shikadai era así? ¿Por qué no era como el resto de alfa que sacaba las uñas para defender a su Omega? Él simplemente parecía no importarle nada, ni siquiera él.