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Los días pasaban y seguían pasando y su relación con Jungkook parecía estar mejor que nunca. El chico era todo un estuche de monerías; podía bromear en serio si se lo proponía, hablaba mucho si se sentía lo suficientemente cómodo, podía ser tierno y considerado.

Muy considerado.

Jimin había estado un poco desesperado y encimoso las últimas semanas. Tratando de llegar más lejos que solo besos y apenas unos roces sobre la ropa.

Pero Jungkook huía. Siempre encontraba la forma de cambiar el ambiente y distraerlo de querer sacarle la ropa. Era un poco humillante, nunca se había arriesgado tanto en su vida como lo estaba haciendo con el alfa. Prácticamente se estaba presentando en bandeja de plata para el chico, usando todo lo que conocía gracias a las clases de Taehyung.

Jungkook siempre le estaba coqueteando, ¿por qué entonces parecía asustado cada que se trepaba en su regazo? ¿No era eso lo quería? Jimin lo quería y eso era vergonzoso, pero incluso si lo era se había tragado su timidez y ese chico no lo estaba valorando.

Eso le molestaba, y había decidido preguntarle.

— Hola, Park.

Jimin se congela en cuanto la puerta se abre. El chico no le ayudaba en nada; su cabello rojizo alborotado y una camiseta ajustada a su pecho, un muy, muy tonificado pecho estirado guiando a un tonificado y fuerte brazo.

Dios, ¿por qué demonios no quería tener sexo si tenía ese cuerpo?

— ¿No quieres tener sexo conmigo?

La pregunta resbala de su boca antes de analizarla mejor. Jungkook vacila sobre sus pies cambiando su postura y mirada, viéndose confundido y quizá, algo inseguro.

— Yo esperaba un hola.

Namjoon se asoma desde atrás con una sonrisa socarrona. Jimin se traga un jadeo de frustración y comienza a rascarse la palma de la mano con nervios. Si hubiera pensado mejor las cosas se habría dado cuenta que obviamente el mejor amigo de Jungkook estaría allí.

— Largo. — Dice Jungkook entre dientes.

Namjoon alza las manos en seña de rendición y se abre paso entre ellos despidiéndose para subir a su auto. Antes de arrancar levanta el pulgar en su dirección y es suficiente para colmar la paciencia del alfa, que gruñe fuertemente y lo sujeta del brazo entrando en la casa.

El lugar parece vacío. Pensar que solo estaban ellos dos incrementó su ansiedad.

— Vamos a mi habitación.

Jimin le mira sorprendido.

— ¿T-Tu habitación?– Jungkook se ríe y simplemente lo toma de la mano arrastrándolo por las escaleras. Al abrir la puerta le mira y susurra: — Si, mi habitación. Donde tú, ya has estado.

— C-Claro, por supuesto.

— Fuiste tú quien habló de sexo ¿y ahora estás portándote como si fuera yo quien trata de abusar de ti?

— Fue u-un impulso. No quise d-decirlo en voz alta.

Ambos se acomodan en la orilla de la cama. Jungkook sigue riéndose, como si disfrutara de verdad la situación.

— ¿Has estado pensado en ello? ¿Desde cuando? — Jimin se niega a responder, cruzando los brazos un poco molesto — Oh vamos, tienes que admitir que es algo irónico que llegues pidiendo sexo y luego te pongas tímido.

I LOVE YOU! soulmate kookmin #2 Saga SoulmatesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora