¡Dame tu atención! (Gen Narumi X Lectora)

4

Habia pasado un tiempo, Kafka Hibino junto la hija del general tenían un muy buen esfuerzo.

Pero algo había ocurrido, el Kaiju número 9

-El General Isao Shinomiya.

Ashiro se quedó a la mitad con una mirada seria mientras que me encontraba jugando a las cartas con Hoshina.

-¿Dio órdenes?

Alce una ceja y ella negó.

-Fue derrotado por el Kaiju número 9

-¿Que?

Arrugue mi rostro, mi amigo abrió sus ojos para captar la atención.

-¿Que? ¿Como?

Hoshina sin entender empezó a preguntar.

-Estaban en combate, Shinomiya, Hibino y Narumi estaban cuando sucedió.

-¿Y no pudieron hacer nada?

Hablé en un tono algo irritado, ¿Como podía ser posible aquello? No, no podía ser real.

Él humano más fuertes de todos, había muerto.

-Hay que informarle a los demás reclutas, en dos días, habrá que asistir a su funeral.

-Entendido.

Dijimos al mismo tiempo y dejamos las cartas de lado.

-¿Supongo que habrá que reunirlos a todos no?

-Creo que es algo obvio, Kikimura.

-Solo preguntaba.

Lo mire de reojo, había vuelto a cerrar sus ojos.

-Sigo sin entender, como sucedió.

-Quizas, no somos tan fuertes como pensábamos.

-¿De que hablas ____?

Me miró frunciendo un poco el ceño.

-Digo, somos solo humanos, para los Kaijus nos podemos romper fácil si hay un descuido.

-El humano siempre encuentra como sobrevivir.

Me dijo y lo quede mirando.

-¿Y si esto no tiene fin?

-¿Entonces por qué te uniste?

-¿Eh?

Me tomo por sorpresa ese comentario, no entendía a qué se refería.

-Dices que quizás no tiene fin, pero muchos han dicho que está generación puede ser la salvación, ¿Te estás rindiendo?

-No.

Agache mi cabeza, estaba pensando muy negativamente.

-Voy a ir por este lado a avisar a los reclutas, están estudiando, tu ve por allá.

Le dije y asintió.

En realidad, me había unido porque estaba aburrida... Suena estúpido pero la verdad no tenía nada que hacer y simplemente aprobé.

Al menos tengo amigos, creo.

-Kikimura!

-¿Ichikawa?

-¿¡Sabes cómo están Kikoru y Kafka!?

Me agarró de los hombros algo desesperado, al darse cuenta me soltó y pidió disculpas.

-Uh, nada todavía, solo me dieron la orden de informarle a los demás soldados sobre ésto.

Me quedé el duda y luego lo mire.