CAPÍTULO 3

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Hua Cheng tomó la mano de Wei Wuxian a través de la cortina, rozando su palma para sentir la piel suave y delicada contra la suya. Lo atrajo suavemente a través de la cortina y en el momento en que sus ojos se encontraron, Hua Cheng sintió que todo a su alrededor se congelaba, cautivado por la visión ante él.

A pesar de sus ropas ensangrentadas y su rostro manchado de hollín, Wei Wuxian había tenido una atracción cruda y salvaje en su estado desaliñado. Pero ahora, viéndolo bañado y vestido con las ropas que Hua Cheng le había proporcionado, un sentimiento desconocido surgió en su pecho.

La elegancia y belleza de Wei Wuxian eran innegables, las prendas refinadas resaltaban sus rasgos llamativos. Una simple cinta roja ataba una sección de su cabello, dejando el resto fluyendo por su espalda. Era una visión de etérea que dejó a Hua Cheng momentáneamente sin aliento.

Hua Cheng apretó su mano libre, sus uñas se clavaro en su palma mientras decía con voz firme: —Es un placer tenerte aquí.

Los ojos de Wei Wuxian se detuvieron en Hua Cheng antes de mirar alrededor de la lujosa habitación con una pequeña y cohibida sonrisa. —Espero no estar molestando.— Respondió, con un tono ligero pero sincero.

Hua Cheng sintió la necesidad de tranquilizarlo y señaló una silla cercana. —¿Qué te hace pensar que no estaba esperando que me hicieras compañía?— Hua Cheng observó lo que parecía, ser un leve rubor que subía por las mejillas del otro hombre y sintió el impulso de extender la mano y sentir ese calor él mismo.

¿Por qué estaba teniendo una reacción tan intensa ante este hombre?

Sus pensamientos giraban con frustración y confusión. Él es devoto a Su Alteza. Lo ha sido durante siglos. Su corazón siempre ha sido inquebrantable y firme. Entonces, ¿Por qué diablos se siente tan atraído hacia Wei Wuxian?

No podía entender la intensidad repentina de sus sentimientos. Tal vez estaba exagerando... y solo está disfrutando pasar tiempo con Wei Wuxian.

Una simple confusión.

No es nada de qué preocuparse.

No está haciendo nada malo.

No es nada.

Los pensamientos de Hua Cheng fueron interrumpidos abruptamente por la voz de Wei Wuxian.

—Pareces estar muy pensativo.— Observó Wei Wuxian, inclinando ligeramente la cabeza con una expresión preocupada. —¿Todo está bien?

Viendo que Wei Wuxian ya estaba sentado, Hua Cheng tomó asiento, girándose ligeramente para mirarlo.

—Solo estaba pensando— comentó con su tono deliberadamente pensativo. —¿Qué pudo haber ocurrido en el reino mortal para que un fantasma tan poderoso emergiera en mi ciudad?—Sus ojos estudiaron a Wei Wuxian con atención. —No pudo haber sido pacífico dado tu reacción al despertar aquí.— Dijo sin rodeos.

Los labios de Wei Wuxian se curvaron en una sonrisa traviesa, la diversión iluminó sus hermosos ojos. —¡Oh! ¿entonces soy un fantasma poderoso?— bromeó, apoyando la barbilla en su mano y adelantándose un poco. —¿Estás diciendo que soy especial, Hua Chengzu?

Maldita sea.

Sus dedos estaban golpeando ligeramente su mentón mientras lo veía a él, a lluvia sangrienta.

Hua Cheng se inclinó más cerca, expresando con su voz susurrante.

—Tienes un control perfecto sobre tu forma física. —dijo, extendiendo la mano para tomar suavemente un mechón del cabello de Wei Wuxian entre sus dedos. —Cada hebra de tu cabello es distinta y tangible.

𝙍𝙀𝙎𝙊𝙉𝘼𝙉𝘾𝙀 𝙊𝙁 𝙎𝙊𝙐𝙇𝙎 / HC × WWXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora