1/3 partes
—Dale amigo, date prisa. —se quejó Carre mientras Lit luchaba por abrir la puerta para entrar al sótano. Todos habían llegado de la velada, nada exhaustos y completamente euforicos a la mansión. Ibai había dado la idea, y eso le dio la oportunidad a Iván de preparar algo rápido y sin tanto drama. Por algo era una mansión, todos los streamers habían sido invitados.
—Salí vos boludito. —dijo Iván mientras empujaba a Lit para que se apartara y abría con fuerza la puerta que estaba atorada. La expresión del azabache se transformó en una sonrisa arrogante mientras se giraba con orgullo hacia el resto de sus amigos. German y Carre se rieron un poco cuando Lit le hizo una mueca antes de pasar junto a Iván
—Te haces el capo pa. —golpeándolo a propósito en el hombro mientras bajaba las escaleras.
Carre llevaba un paquete de 12 botellas de agua. A nadie más se le había ocurrido traer algo, pero Rodrigo siempre pensó que sería buena idea mantener a todos hidratado antes que borrachos.
—Oye enano.
Iván se detuvo en las escaleras para poder caminar junto al ojiverde. Se aferraba mucho al menor en las fiestas. Se sentía mejor consigo mismo cuando estaba cerca de él. Incluso fuera de los eventos sociales.
— ¿Actúas así sin beber Ivo? —le sonrió suavemente al otro hombre mientras los demás ya estaban en el sótano. Era una sala enorme: una mesa de billar, tres baños, un lugar especial para el dj y como no podía faltar, un set up en la esquina de la sala. Había altavoces por todos lados que emitían música de baile a todo volumen. Luces LED y láseres. Parecía un club de verdad.
Los cinco entraron y se dispersaron inmediatamente cuando vieron a gente que conocían y con la que querían hablar. Iván y Carre no. Se quedaron juntos y fueron a dejar las botellas en la mesa. Se quedaron en la barra porque no había mucha gente allí. Aparte de un tipo que le estaba metiendo la lengua en la garganta a una chica. Lo observaron durante unos segundos y se rieron en voz baja entre ellos. Se burlaron de ello como si nunca le hubieran hecho lo mismo a nadie antes.
Se quedaron allí bebiendo un rato. Ninguno de los dos se emborrachó demasiado. Su tolerancia era alta. A medida que la sesión de besos de la pareja en la barra se hizo más intensa, decidieron irse y dejarles un poco de espacio. Salieron a la sala de estar y se apoyaron contra una pared.
—¿Qué pasa Spreen?
—Podes dejar de llamarme así ¿Sabés? —sonrió, echando su cabeza hacia atrás contra la pared
Carre sonrió y giro los ojos—Bien ¿Me dirás que te ocurre?
—¿Qué queres decir? —Iván miró al otro, tomando un sorbo de su botella de vodka.
Rodrigo no podía entender como y de donde la había sacado.
—No te quedes tan cerca de mí en las fiestas. Hay muchas chicas lindas boludo. —dijo Carre en tono de broma.
Iván suspiró y apartó la mirada del otro.
—Oye.
—Oh, si, perdón. —sacudió su cabeza—No tengo ganas de chamullar amigo.
— ¿Iván Habbo a vuelto?
—Cállate —el azabache empujó a Carre juguetonamente.
—Oblígame —dijo, en tono de broma y coqueteo.
Ambos sintieron que sus mejillas se calentaban. No era visible debido a la tenue luz azul de la habitación. Pero ambos lo supieron porque se giraron ligeramente, tímidamente.
Ambos se comportaban como si estuvieran en una especie de timidez absoluta. Había tanta gente en la fiesta que conocían, así que debía ser lo mejor. Ninguno de los dos tenía interés en otras personas en ese momento.
—Estas feliz por el after, te slaio bien al final de todo. —preguntó Carre
—No, no lo sé, creo que lo hice bien, tuve un par de horas y solo 3 llamadas.
Sus conversaciones eran incómodas. Parecía que estaban charlando de cosas sin importancia. Ninguno sabía por qué. Iván observó cómo Carre apoyaba ligeramente la cabeza en su hombro. El día había sido agotador. Y, diablos, también era tarde en la noche. Eran las 01:24 am. Habían prometido a los demás que se quedarían hasta la medianoche, pero quería quedarse más tiempo, por alguna razón. No es que sus amigos se dieran cuenta si se iban. Estaban demasiado ocupados emborrachándose y socializando. Ni Iván ni Rodrigo tenían interés en realizar esa actividad en ese momento.
Iván sintió que su mano rozaba la de Carre. El castaño todavía tenía la cabeza apoyada en el hombro del azabache, mirando hacia el mar de gente que había en el lugar. Sintió que el ojiverde se tensaba cuando su mano rozó la del otro. Iván conectó sus meñiques y luego se movió hacia arriba, tocándole el brazo y acariciándolo. Rodrigo no estaba seguro de qué era lo que hacía que su corazón se acelerara.
Había algo en ello que era bastante sensual y descomponedor.
—Tengo que ir a mear —dijo Carre. No mentía, pero le ayudó a salir de una situación que podía empeorar rápidamente.
—Está bien.
Iván lo soltó y lo observó alejarse por unos segundos antes de seguirlo. Carre se volvió hacia él con una expresión confusa, su expresión preguntaba— ¿Qué tenés vos?
—No quiero estar lejos de ti. Y podrías perderte.
Algo en esa declaración hizo que Rodrigo se derritiera. Le sonrió tímidamente al otro mientras se abrían paso entre la multitud para tratar de encontrar un baño.
Finalmente encontraron uno y el menor entró. Iván esperó afuera de la puerta.Rodrigo hizo lo que tenía que hacer y luego se miró al espejo. Sentía que se veía horrible. Su cabello se veía muy corto. Tenía una ligera rojez en su mejilla y sus ojos decían que no había dormido mucho en los últimos días.Se lavó las manos y luego salió.
Sara estaba hablando con Iván. Estaba muy cerca de él. El azabache no parecía estar interesado, pero tampoco parecía molesto. Iván notó inmediatamente que Rodrigo salía del baño y se alejó de la chica y se le acercó. Carre no sabía por qué verlo con esa chica lo lastimaba. ¿Era estúpido al pensar que podría haber algo entre ellos?
Quizás no estaba tan equivocado al final de todo
—¿Te lavaste las manos, Ro? —dijo Iván
Sara se alejó.
—¿Ro? Nunca me has llamado así. Además, ¿por qué?
—No sé. ¿No te gustan los apodos cariñosos?
—Sí, pero normalmente soy yo quien llama a otra persona con un apodo cariñoso.
—Adelante, no me quejaré —dijo Iván con cara de suficiencia.
—Vivís quejándote cuando te llamo Ivu en frente de todos, ridículo. ¿Qué te dijo Sara?
—Quería ir a jugar un Valo. No quería irme, prefiero quedarme con vos.
—Es linda, deberías tratar de hablar más con ella ¿No crees? —bromeó
—Qué decía boludo. Me gustan los desafíos. Ahora mismo tengo un buen desafío en el que concentrarme —dijo Iván, mirando al otro.
Carre no sabía si estaba insinuando algo. Una parte de él esperaba que así fuera. Quería que Iván estuviera hablando de él.
Los dos se sonrieron y caminaron de regreso a la fiesta, con la mano de Iván alrededor de la cintura del menor.
Nota: Regresé al ship más bueno de todo twitch