Capítulo 23

4 1 0
                                    

23

Kass


Besarlo de nuevo fue la cosa que más ansié en mucho tiempo.

Tenerlo tan cerca, sin restricciones, era la mejor sensación del mundo.

La del tipo que te deja días de felicidad y paz mental, la del tipo que borra todas tus preocupaciones y te hacen flotar en delicadas nubes por horas mientras una sonrisa se estacionaba en tu cara y dabas brinquitos de alegría al recordar alguna cosa sobre esa persona.

Así se sentía él.

—Creo que después de todo ganaste la apuesta—confesé.

—¿Qué apuesta?

—La que hicimos el día que entraste a mi clase.

—Oh, esa apuesta—sonrió—, creo que sí, pero creo que dejó de tener sentido para mí hace mucho, ya no solamente quería llamarte así, quería todo de ti, tu mirada, tus palabras y tus besos.

Este chico haría que me dolieran las mejillas de tanto sonreír.

—¿Sabes que yo también lo quería?

—¿Qué cosa?

—Tus ojos en mí, tus comentarios y tus labios—sonreí mientras delineaba su rostro con mis orbes—, después de todo, yo te hice tragar tus palabras y tú me hiciste tragar las mías.

—Supongo que ambos hablamos del otro sin conocerlo. Me alegro que las cosas hayan pasado así.

—Créeme, yo también.

Christian rozó mis labios con la yema de sus dedos y luego levantó mi cara desde la barbilla para que lo viera a los ojos, esos iris moca intensos que me habían desestabilizado las ideas, esos ojos hermosos que escondían un pasado desgarrador, pero aún así me miraban como si fuese la cosa más hermosa del mundo, su más preciada pertenencia. Nunca pensé que quisiera pertenecer a nadie, jamás; atesoraba demasiado mi libertad, pero por primera vez lo estaba considerando.

Tal vez podría ser libre y suya a la vez.

Veremos cómo funciona eso.

—¿Qué era lo que tenías para decirme? —preguntó calmado pero curioso.

Carajo, cierto.

Mi declaración.

Un peso se había liberado de mi pecho cuando lo escuché pronunciar las palabras que quise decir desde que llegué, pero de igual forma debería decirlo, era lo justo.

—Técnicamente, me robaste la iniciativa—sonreí algo nerviosa—, pero igualmente lo diré. Christian Cooper, eres la persona de emociones más profundas que he conocido. Todo pasa por una razón para ti. Creo que también he sido bastante clara con las señales que te he dado, pero en caso que no hayan sido suficientes, te lo diré con palabras. Me gustas, me gusta cada parte de ti, las que consideras feas y oscuras, las que te hacen sentir vulnerable y débil, absolutamente todas, ellas te han hecho ser quien eres hoy y no podría estar más feliz de haberte conocido, nunca me ha sido tan fácil perderme en unos ojos como lo hice en los tuyos. Antes de que me pusieras un puto dedo encima ya estaba sintiendo cosas por ti, cosas que en su momento no le encontré sentido, pero aquí estamos. No puedo estar más agradecida con que me hayas mostrado tu verdadero yo, sin máscara ni palabras ocultas, el verdadero Christian, con sus defectos y virtudes, y a día de hoy, absolutamente confiada, puedo decir que sin ti mi cielo estaría completamente vacío de estrellas.

Vi su rostro pasar del estado de shock a que una sonrisa tonta remplazara su expresión—Me has dejado sin palabras, Chispita.

—Pensé que ese día nunca llegaría—declaré devolviéndole la sonrisa.

—Nada es imposible contigo.

Dejó otro delicado beso en mis labios y las risas llenaron la habitación.

—Creí que este día nunca llegaría—confesó—; me refiero a tenerte diciéndome estas cosas.

—Yo al principio pensé que jamás pasaría, pero aquí me tienes; después de todo, no eras solo una cara bonita.

—Y tú no eras tan despreocupada.

—Tienes que admitir que en esa pelea dijiste eso porque te dejé sin argumentos.

—No lo confirmaré ni lo negaré.

Reí ante la vacilación.

—Sí, claro.

—Nunca me voy a cansar de verte sonreír, tu yo feliz es hermosa, trataré que esa versión tuya salga más a la luz.

—Está bien, confío en que así será.

Un recuerdo pasó por mi cabeza y tenía que mencionarlo.

—Oye, gracias por trabajar conmigo, no hubiera podido hacer mejor reporte y fue todo gracias a ti.

—Tómate el crédito, tú lo escribiste.

—Sí, pero si no hubieras cooperado conmigo, no lo hubiera podido hacer.

—Me hiciste prometer que sería sincero y era hacerlo contigo o con nadie, no hay nadie más al que yo esté dispuesto a contarle mis secretos que a ti.

Sonreí aceptando mi parcial derrota—Está bien, fue logro de los dos entonces.

—Como tú digas,Chispita.

--------------☆☆☆--------------
Ejem, que les digo🤷🏻‍♀️, no los culparia si se ponen a manifestar una relación así. Yo también quiero una.

Atte: Alexa^^

La Melodía de tu VozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora