Capítulo 24

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Christian


Esa noche había sido la mejor en mucho tiempo.

Hablar con ella, escucharla decir lo que sentía por mí, besarla, tenerla cerca, era un bálsamo refrescante para una herida irritada, una delicada caricia a un alma en pedazos, un cálido rayo de sol de verano contra la helada nieve.

Así se sentía ella.

Luz y sonrisa, fuera a donde fuera.

A pesar de tener cicatrices internas, no dejaba que eso la apagara y ese hecho me hacía que la viese con orgullo.

No obstante, todo no podía ser perfecto, desde hace unas semanas no paraba de recibir llamadas y textos constantes de un remitente desagradable.

Mi padre no paraba.

No entiendo qué es lo que quería.

Él tomó su decisión el día que hizo lo que hizo.

Cualquier atisbo de buena relación, respeto o admiración hacia él se desmoronaron y el viento de los años se había llevado las cenizas a los confines del olvido.

No sé qué era lo que esperaba que pasara.

¿Qué volviéramos a tener una relación padre e hijo?

Sí, claro, en sus más jodidos sueños.

No le había contado de esto a Kass. No quería que se preocupara por cosas insignificantes, no tenía sentido que le hablara a la mujer que me traía la alegría del hombre que me mantuvo aterrado por años.

Le mencionaría los acontecimientos recientes en algún momento, pero por ahora no.

Le mencionaría los acontecimientos recientes en algún momento, pero por ahora no

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Salí de casa.

Necesitaba comprar algunos comestibles; los estantes de la cocina ya se sentían un poco solitarios.

Cerca de la zona residencial donde estaba mi casa había una tienda, así que no era necesario llevarme el auto; quería aprovechar y tomar algo de sol.

Cuando me dirigía a mi destino vi un vistazo de piel pálida y ondas oscuras saliendo de la casa junto a la mía.

¿Qué hacía Kassandra aquí hoy?

¿Quién vivía en esa casa?

¿De dónde conoce ella a esa persona desconocida?

No había notado mi presencia ya que estaba muy absorta del mundo mientras veía algo en su teléfono.

Me acerqué hasta quedar detrás suyo.

—Hola, Chispita ¿Qué haces aquí?

Kass se sobresaltó, se giró hacia mí con una mano en el pecho y los ojos bien abiertos.

La Melodía de tu VozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora