Kassandra Carter, estudiante de psicología, amante de siempre tener la razón y de la música, es presentada a Christian Cooper, un amigo de su amigo, este chico misterioso e intrigante, conocido por ser el mejor jugador de fútbol americano del equipo...
Ella era maravillosa, no tenía palabras para describirla, admiraba demasiado a esta mujer, a ella y a su mente brillante y fuerte.
Quería presentársela a alguien, a alguien muy importante para mí.
Días después de nuestra conversación, le pregunté si quería ir conmigo a conocer a mi madre, se acercaba su cumpleaños y quería llevarle sus flores favoritas y ella aceptó emocionada.
La idea de presentarlas, al menos simbólicamente, me hacía ilusión. Las dos mujeres más importantes en mi vida conociéndose finalmente, sí, totalmente sí.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El día llegó y pasé por ella, el viaje fue tranquilo y ligero.
—¿Qué le gustaba a tu madre? —preguntó curiosa.
Sonreí mientras recordaba a la mujer que tenía como madre—Ella amaba las galletas de canela, el té caliente, la música suave, los olores dulces y veraniegos.
—Suena a alguien muy acogedora.
—Ella lo era, su mera presencia te hacía bien.
—Me alegro que hayas tenido una madre así, me alegro que ella haya estado ahí para ti y que te haya querido como lo hizo.
—Ella te hubiese amado.
—Estoy segura que yo a ella también.
La miré por un momento y detallé su expresión, tranquila felicidad bañaba sus facciones y aquí supe que ella era la persona indicada para mí, no habría nadie más que ella.
Llegamos al cementerio y buscamos la tumba indicada.
Nos detuvimos frente a Stella. En su foto se veía tan hermosa como siempre, su piel bronceada, su cabello miel y sus ojos tranquilos y suaves.
—Hola, mamá—miré a la chica a mi lado y la presenté—, ella es Kassandra, mi novia, la chica que amo.
Kass, con quietud, se acercó más—Hola, señora Stella, es un placer conocerla finalmente—me dirigió una miradita feliz antes de continuar—. Su hijo me ha hablado mucho de usted. Quiero que sepa que está en buenas manos, no se preocupe, él será muy feliz conmigo, me encargaré de que así sea.
Sonreí ante su declaración.
—¿Qué voy a hacer con ella? —pensé para mí mismo.
Estuvimos hablando con mi madre un rato más antes de irnos, fue una buena decisión traerla, disfruté mucho de su compañía aquí, nunca había traído a nadie a conocer a mi madre. Me alegro de que la primera persona sea ella, la primera y la última.
Quería pasar el resto de mis días con ella; no tenía ni la menor de las dudas.
-----------------☆☆☆---------------- Mis niños conociendo a la suegra🥹 que momento tan bonito.