Prefacio

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No podía definir si era el frío o el horror lo que erizaba mi cuerpo y helaba mi sangre, pero de algo estaba seguro; quien estaba frente a mí no era ni de lejos el rastro de una persona.

Ya no quedaba nada de quién en algún momento me juró amor, o quién mientras sostenía mi mano con fuerza me aseguraba que todo estaría bien siempre y cuando estuviéramos juntos, en cambio ahora simplemente había un monstruo que no hacía más que acabar con la vitalidad que lo rodeaba.

–Te dije que dejaras de jugar al Sherlock, te advertí que hay cosas que es mejor ignorar, Sobaka.

Su voz había sonado tan gélida que mi corazón empezó a latir con fuerza, y una mezcla de miedo y confusión me inundó. ¿Cómo había llegado a esto? Los recuerdos de los últimos meses pasaron por mi mente, cada momento compartido con ella ahora teñido de traición.

–¿Acaso tiene algo de sentido lo que estás haciendo? ¿Por lo menos hace parte de un propósito?

Una mezcla de inquietud y miedo recorría mi ser, la silueta de la persona frente a mí no titubeaba ni un momento y cada respuesta me derrumbaba más que la anterior. El pensar como antes el mismo ser que antes me había llenado de sonrisas cálidas, seguridad y plena confianza es ahora el que me aterra y lleva a la decadencia me desconcierta y desanima porque me hace darme cuenta de que realmente no debí permitir nada de esto.

–Haces muchas preguntas Sobaka, pero supongo que por hoy puedo responderlas. ¿Sabes? Los propósitos no son más que formas tontas de justificar nuestra existencia, las metas solo están para no hacernos sentir inútiles cuando la verdadera causa de nuestra creación es la destrucción misma; así que si tuviera que explicarte porqué lo hago diría que simplemente es divertido.

¿Divertido? ¿Hizo todo esto por diversión? Que estuviese frente a mí con esa tranquilidad y falta de arrepentimiento me trajo de regreso a la realidad, y esa última luz de esperanza desapareció por completo.

–Está bien, pero recuerda que tú decidiste esto.

Una risa cruel se hizo presente helándome hasta los huesos. –No te preocupes, Sobaka– dijo con una sonrisa siniestra. –Esto es solo el comienzo.



Hola, Hola. Espero que les guste esta historia, ya que es algo que quería escribir hace mucho y hoy por fin me animé a hacerlo. No duden en dejar sus recomendaciones y comentarios.

Mucho amor para todos ustedes. 🌊🌊

Entre Luces y SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora