Eres mi juego final

CAPÍTULO 93 Problemas en el aire

Andrea swift estaba más allá de asustada, el hecho que desde un inicio todos los líos, corajes, disgustos y molestias que ha tenido su hija son derivados por su culpa, ella misma se preguntaba ¿Por qué hacía todo eso?, ¿Por qué la perturbaba tanto?, Travis de verdad que ha sido un buen hombre con la rubia, no le ha fallado en ningún sentido, o bueno, eso no podía saberlo al cien por ciento porque su hija ha dejado de contarle cosas desde que sale con él, decidió tener todo más reservado y por una parte eso le dolía, antes podía decir que Taylor le confesaba muchas cosas, si no es que todo acerca de su vida personal y sus relaciones amorosas, pero al conocer a Travis, comenzó a guardarse muchas cosas, ¿Eso sería normal?, ¿Y si ella misma era parte del problema?, la señora Swift trataba de no reflejar sus miedos en Taylor, sin embargo, eso ha sido un problema, su interés por evitar darle disgustos a su hija ha sido nulo, estaba arruinando las cosas enormemente, hasta ahora se daba cuenta, ya que su hija entraba en una especie de crisis de estrés o algo peor, relacionado con la bebé.

—Tay, Tay, tranquila, respira— Andrea le suplicaba.

La rubia simplemente no podía, hace mucho que no le pasaba una cosa así, el hecho de sentirse como si se ahogara y el dolor punzante en su vientre le daba pánico, totalmente, ella se acariciaba el vientre de manera insistente, tratando de encontrar consuelo o calma ante la situación tan horrible que pasaba, no podía ni hablar.

—Taylor— la miraba pálida, a Andrea no le quedó más que alertar a Travis. —¡Travis! — su grito desconcertó a todos, tal vez debió ser más discreta, pero el susto lo impedía.

Travis estaba dormido, pero al oír su nombre despertó de golpe, ¿Qué es lo que pasaba?, volteó para todos lados, dándose cuenta de que su esposa no estaba en su asiento, se levantó rápidamente, observando donde se hallaba, la vio al final del pasillo, cerca del baño, parada, de espaldas, no podía ver que es lo que pasaba exactamente, así que, con sus gigantes pasos, llegó hasta ese extremo para ver qué es lo que sucedía, y por supuesto, se asustó.

—¿Hey, ¿Qué pasa?, ¿Qué tienes?, ¿Tay? — Kelce abrió los ojos con miedo, ¿Qué le pasaba a su esposa?

—No puedo— logró decir, con los latidos de su corazón acelerados por el miedo, más que nada.

—Tay, no entiendo que pasa, pero tranquila, calma, ¿Te sientes mal?, ¿Te duele algo? — le preguntó temeroso, al verla que no se quitaba las manos del vientre. —Nena, por favor, dime—

Al no obtener respuesta pronta, él enorme hombre jaló a Taylor para que ella pudiera caminar y luego la guio a un asiento cama donde ella pudiera recostarse, lo pálido de su rostro denotaba un miedo terrible, Andrea fue corriendo para traerle agua y Donna se acercó, así como Scott y Ed, todos rodeaban a la cantante para lograr descubrir que es lo que pasaba, miraban asustados a la rubia, tratando de descubrir cual era el mal que la aquejaba, ¿Estaba en peligro la bebé?, ¿Era la presión del vuelo?, ¿Qué era lo que tiene?

—Tay, me está dando miedo esto, ¿Qué tienes? — le tocó la frente buscando señales de fiebre, no era eso, así que le acarició el vientre. —Nena, por favor—

Taylor se puso a llorar, le daba vergüenza su reacción, su madre ni siquiera le había revelado lo que estaba hablando con Donna Kelce y ella se alteró demasiado, todo porque se imaginaba aquella conversación, en la cual estaba segura de que habló mal de su esposo.

—Tay— Travis la abrazó, no tenía idea de lo que pasaba, pero por un par de experiencias que tuvo con el tema del estrés, era eso, no cabía duda y si no, tendrían que aterrizar lo más pronto posible en cualquier lugar y buscar ayuda. —Vamos a pedir que aterricen en donde sea, pero que haya algún hospital donde puedan revisarte, no entiendo que pasa, ¿Te duele? —